Lyra sabía que tenía un apellido, siempre anhelo eso, saber quién era. Tener una identidad, pero no le dijeron que eso era algo que solo ella podía darse. Sus padres la dieron en adopción cuando era muy pequeña, ofrecida en bandeja de plata al millonario Jace Brown. Un hombre que se decía era severo y cruel por partes iguales. Sus millones solo eran prueba de su éxito, y su carácter de una fuerte nobleza. Este hombre tenía un hijo el cual era criado de manera tan estricta como él. Sin embargo, nunca se imaginó que su corazón se ablandaría por esa pequeña, y que su amor florecería por ella mientras la criaba. Asi que cuando este hombre murió, la pequeña Lyra quedo bajo la tutoría de James Brown (hijo del señor Brown). No podía decirse que hubieran crecido como hermanos. Pues a ella nunca le dieron su apellido, y nunca hubo ningún vínculo más allá de eso. Pero pronto comprendió que él no era como su padrastro, su hijo parecía odiarla, y asi aprendió que la belleza exterior; no significaba nada. ¿Qué pasaría cuando James Brown le haga una propuesta que la confundirá más allá de todo? ¿Por qué alguien que decía odiarla quisiera casarse con ella?
Leer más—¡Este tipo de comportamiento es inaceptable! — el hombre miraba a aquel pequeño con ojos severos. Siempre trato de hacer de aquel muchacho un hombre fuerte, pero a veces el señor Brown olvidaba que James era tan solo un niño. Un pequeño que no tenía que asumir ciertas responsabilidades aún. Y parte de todo aquel coraje inexplicable hacia él se debía a que el pequeño James se parecía mucho a su madre. A su madre, quien habia muerto hace un tiempo atrás cuando lo dio a luz.
Durante un tiempo, el viejo millonario Jace Brown no habia podido siquiera mirar a su hijo, pero con los años el contacto volvió, pero era sumamente exigente con él. Y no era nada amoroso. Jamás mostro una muestra de cariño como un beso o un abrazo. Casi sin darse cuenta y no con esas intenciones, estaba creando dentro del pequeño niño un sentimiento de culpa, y recelo.
—Losiento papa. Lo hare mejor— y los pequeños ojos azules del niño fueron hacia el suelo
—No. — lo corrigió su padre — hacia mi — dijo, y solo entonces el pequeño alzo la vista —jamás bajes la mirada ante nadie. Es una muestra de debilidad.
Entonces tomo su maletín y partio de vuelta a su trabajo, un mundo de oficina era todo cuanto el habia conocido. Sus empleadas y mucamas podían encargase del pequeño. Su mente regresaba a James todo el tiempo. El realmente pensaba que estaba haciendo un buen trabajo criando a su hijo asi. Nunca comprendió el daño que en realidad le hacía.
Siempre vivió su vida asi, cerrándose el corazón, negándose al amor y a las muestras de cariño. No podía desmoronarse de nuevo, no como lo hizo tiempo atras cuando su corazón era tan vulnerable por su esposa, aquella mujer que habia sido su adoración, pero que ahora era viudo. Y es que al perderla, se habia perdido el mismo. Jamás permitió que nadie entrara de nuevo luego de la muerte de su esposa.
Asi era, hasta aquel misterioso dia en su oficina cuando llego una pareja de antiguos amigos de la mano con una pequeña para ofrecérsela. Él se habia quedado impactado y confundido en partes iguales.
—¿Cómo dices?
—Ya lo has oído. No me hagas repetírtelo.
—No, pero… ¿Cómo que regalándola?— pues aquella petición lo indignada
—No podemos criarla. Debemos irnos.
—¿De estas hablando? No puedes abandonar asi a tu hija, es tu responsabilidad, la quieras o no. Tu eres mejor que esto Mathew.
—Sabes que no puedo quedármela — el hombre de ojos claros coloco su mano temblorosa en el hombro del viejo amigo. —debes entender. Tu mejor que nadie, debes entenderme. Por favor... estoy desesperado.
El señor Brown comprendió, y en su corazón el entendimiento se hizo presente y su mente se disipo alejando las nubes de tormenta. Despejando la ira. Miro hacia la pequeña de vestido rosa, cabellos rubios y ojos avellanas. Era tan pequeña y delgada que parecía frágil. Casi como si con tan solo tocarla se rompería por completo
—Por favor… por favor Jace… puedes tomarla de lo que sea. No tienes que adoptarla. Ella sabe hacer cosas. Puede ganarse el plato de comida. Limpiar, barrer, trapear, lo que sea. No tiene que tener la mejor habitación del mundo. Tan solo bastara con un pequeño lugar donde dormir, alguna sabana en el piso, un pequeño lugar en el sotano. No tiene que tener las mejores ropas, algo de segunda mano, o algo de rebaja. Por favor… sácame de esta situación. Sácame de este lio. Dale una nueva vida a mi hija. Eres mi amigo, y me lo debes. Jamás te he pedido nada, puede que ahora ella no lo entienda, pero lo hará, e incluso puede que cuando crezca ni siquiera me recuerde, pero sabrá que lo hice por amor.
—¿Quieres que le hable de ti?
El hombre negó —será mejor que me olvide. No soy buena para ella. Ni siquiera tiene mi apellido. Y mi objetivo ahora mismo es desaparecer
—¿Qué hay de esa mujer?— la señalo. A la señora que se habia mantenido callada en todo este tiempo dentro de la oficina.
—No la quiere con nosotros tampoco.
Él lo sopeso, pero el sentimiento de la deuda le hizo soltar las palabras —sí. Puedes contar conmigo
Y desde entonces, aquella niña habia adquirido una nueva familia. Un giro de ciento ochenta grados sobre ella.
Al inicio, el señor Brown no supo qué hacer con ella. Al contrario de lo que le habia pedido su padre bilógico, no, no la mando al sótano, no, no la puso a limpiar, y no, no la vistió con harapos. Fue bien recibida, vestida, alimentada y educada. Mas que una más de la familia, fue como si aquella pequeña se hubiera convertido en su propia hija. Y un nuevo sentimiento nació en él, pues al verla, no le recordaba a su esposa muerta, sino como a una niña desprotegida y abandonada que necesitaba amor. La quiso, y esa pequeña también a él. Creció feliz y saludable, sin embargo, ella fue metida a una casa donde Jace no vivía solo. Y fue criada, y se le habia dado todo aquello con lo que el pequeño James solo podía soñar.
Esa pequeña le habia robado a James su casa, su espacio, su lugar, y el amor de su padre. James no creyó que algo asi pudiera pasar. Ser despojado de todo, haciendo crecer los celos en él, y la odio. Odio su existencia, y a la vez hubiera deseado ser ella, tener todo cuanto ella tenía.
Pero la convivencia entre los dos pequeños hijos del señor Brown era limitada, y a pesar de el ver las cualidades buenas en ella a través de su nobleza siempre se habia recordado que ella era el enemigo aquí. Y más aun cuando su padre le dio la noticia de mandarlo lejos a estudiar para hacerse cargo de la compañía. Eso era todo. Su padre se deshacía de él.
Fue ese dia cuando comprendió, que su padre jamás lo amaría. No como a ella. Y fue allí cuando lo decidió; James sacaría a esa intrusa de su hogar.
Durante años no pudo cumplir aquella promesa, pero luego de la noticia del fallecimiento de su padre lo haria, pero no sin romperlo a el. Pues a pesar de guardar recelo, amaba a su padre. Y lo que más le dolió fue haberse enterado de eso mientras el estaba en un viaje de negocios fuera del país en la otra esquina del mundo. Y el dia del funeral de su padre viajo a su hogar y se la encontró a ella. A la joven muchacha de cabellos rubios arrodillada envuelta en llanto a los pies del ataúd.
No le gustaba compartir su dolor, menos a su padre. Pero ya no tendria que hacerlo más.
Entonces el joven camino hasta estar justo a su lado. Solo los dos alejados de la multitud.
—Espero que hayas disfrutado de sus atenciones en todos estos pequeños años a su lado, Lyra. Porque te prometo, que desde este dia, tu vida será una pesadilla.
Había sido una millonaria solo una cuestión de días. Y ya lo había perdido todo-Fueron documentos para algo de la graduación... Ella… ella me lo dijo…-Pues en ese caso fuiste engañada para firmarlosNo podía creerlo.-No se atrevería a hacer aquello…-dudo Lyra-Si, ¿porque ella es muy confiable?- soltó Andrea irónica mientras se cruzaba de brazos y de piernas en el sofá. No lucia sorprendida -personas rastreras como ella no tienen escrúpulos. De todas formas, eso ya no importa.-Andrea tiene razón. No va al caso mortificarse por eso.-y lo dijo precisamente porque empezaba a notar como Lyra empezaba a mortificarse por ello - Lo que vino, ahora se fue. Ya no está. No hay nada que hacer contra eso-No creo que podamos recuperarla…-añadió Andrea mirando a su amiga- Pero al menos no nos dejaremos engañar de nuevo-¿Me quieres aunque hubiera vuelto a ser pobre?-su pregunta iba dirigida hacia el chico al lado de ella-Que tontería de pregunta Lyra -James suspiro-Por un segundo creí que… u
Miro hacia la mujer -dime, ¿cuál es tu precio?¿Qué?Rebecca lo miro analizándolo-Quiero el precio para romper ese contrato que tienes de un mes y medio. Después de todo, cuando pase el tiempo ya no necesitare ofrecerte un soborno para llevarme a Lyra. Yo de ti, aprovecharía ahora que puedo obtener un interés monetario-¿Crees que vendería a mi propia hija?- sonó herida-Deja el drama. No me haras el mismo teatro que fuiste a hacer a mi casa hace una semana -le soltó frio. La mirada de James hacia ella era de puro desprecio -habla ahora-Bien.-le cambio el rostro. Una actriz de primera -hablemos de cifras-...-¿Cuanto pides?James saco de su mano un cheque junto con un bolígrafo-Nada de cheques sin fondo.James enarco una ceja, quizás ofendido por la insinuación de que al momento de cobrar uno de sus cheques este rebotara o no encontrar dinero dentro-Solo transferencia -indico ellaEntonces James llamo a su asesor y a su banco -Bien, dime. No tengo tiempo para esto.-Quiero…-la mu
-James está haciendo un relajo afuera para poder entrar¿Que?James…James…Había venido hasta aquí¿Por ella quizás…?-¿Y qué quiere?- pregunto DanielRebecca lo miro rodándole los ojos -¿y tú por quién crees?-entonces miro desdeñosa hacia ella-Bien. -menciono Daniel -entonces la solución es muy fácil. Lyra tiene que salir-¿Qué?- sonaron las dos al unisonó sorprendidas-Si. Debe salir y decirle que se largue. Que no lo quiere ver más -explico, luego miro hacia ella se le acercó y le susurro como un secreto solo para ella -Entonces solo tienes que salir y decirle que no lo amas más.-No.Daniel se apartó mirándola bajo otra lente. Quizás la admiraba por mostrar algo de espíritu de rebeldía. Ser audaz era una cualidad siempre impresionante de mirar en otra persona-Claro que lo harás -sonó desafiante Rebecca-¿Y cómo porque?-enarco una ceja poco impresionada. Se cruzo de brazos remarcando su postura aun quieta en la cama y luego sonrió – y si conozco muy bien a James. Es capaz de des
-Quizás solo deba olvidarme de ella…Andrea se cruzo de brazos sin poder creérselo -¿así que por eso haz empezado a salir con Evelyn?-¿Qué esperas que haga? No quiere ni hablar conmigo. ¿Y viste su último mensaje? - James le estiro el teléfonoElla lo analizo -No suena como ella-Esta muy feliz en su nuevo hogar. No le hace falta nada. Estará bien. No necesita nada de esto. No… no me necesita a mi…Y verlo así, de manera tan derrotada, con su gesto decaído, sus ojos adoloridos, lleno de pena... -madre mía James… -soltó eufórica al verlo – verte es como una mala broma. No puedo creer que pueda sentir pena por ti ¡por ti! Además, nada de esto tiene sentido, ella acepto ser tu esposa-Pudo haber cambiado de opinión- objeto a la defensiva-Te estas autosaboteando. Tú mismo te haces esto. ¿es que acaso no lo ves? -negó pesadamente -esta es nuestra familia y nadie vendrá a romperla -y hablo en general pues porque ella misma se había incluido en aquel circulo.-Viene desde su propio celular
Ojalá se pudiera decir que la cosa mejoro con le pasar de los días. Al cumplir una semana completa el fin de semana no cambio mucho. Siguió haciendo tareas y ellos “trabajando”. Sin mencionar que descubrio que si tenian lavadora en esta casa. Y secadora. Pero no dejaban que ella la usara para sus quehaceres. Ademas de la regañiza que se llevo el primer dia porque habia manchado una ropa de color del joven Daniel al ponerle cloro.Aun asi habia podido sobrellevar la semana-Toma, hermanita -le entrego una cosa aquel día en la tarde cuando llego del trabajoElla dejo la escoba a un lado del pilar de marmol -¿Qué es esto?- pregunto tomando la caja-Bueno… ya que perdimos tu celular. Me tome la molestia de comprarte uno nuevo. Es de ultima generación. Lo más nuevo que salió-Vaya… gracias…-le contesto ella a Daniel. Aun no se sentía en la confianza de llamarlo hermano.-Si…-él se llevó la mano atrás de la nuca como avergonzado – espero te guste. Ahora voy de salidaElla abrió el teléfono
Supo que era de día por la luz que se filtraba en el cristal cerrado. Parecía mas un tragaluzSe desperezo y se puso manos a la obra. No quería desperdiciar ni un segundo. Se metió al baño y se cambió. Un vestido floral alegre. Sus ojos mieles sonreían de parecer estar viviendo un sueño.Una familia.Abrió la puerta con la intención de ir hacia la sala de estar, pero no sabía que antes de ella llegar se toparía a otro alguien.-¿Venias a buscarme?- pregunto sorprendida cuando vio a Daniel en el pasillo.No había mas habitaciones por este lado de la casa, así que debía asumir que sí.-Baje las escaleras hasta acá, si -sonrió -disculparas el cuarto... En estos días prepararan el tuyo. Espero puedas esperar unos pocos días mas…-¡Esperare! -contesto de inmediato. Odiaba sonar desesperada, pero quería agradarles a estas personas.-Nuestras habitaciones están arriba, pero pronto también estarás con nosotros. Nuestra madre quiere que todo sea y quede perfecto, por eso se demora – sonrióNue
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