Capítulo 180. Estás fuera de forma
Benedict está tumbado a su lado en la cama, con un brazo cubriéndose los ojos, respirando con dificultad. Su pecho sube y baja lentamente, como si estuviera recuperando el aliento tras una maratón. Bella lo mira de reojo y ahoga una risita bajo la palma de su mano. Levanta apenas la cabeza para observarlo mejor y, en ese simple movimiento, siente una punzada en el bajo vientre.
«Mierda», piensa.
Todo su cuerpo le duele. Está segura de que mañana aparecerán moretones en lugares que ni sabía que tenía. Maldito bruto, lo reprende mentalmente. Si al menos fuera más suave, no estaría tan machucada.
Con ese pensamiento aún en mente, levanta una mano y le da unas palmadas en el pecho desnudo.
—Oye, ¿ya te rendiste? —pregunta con una expresión seria, aunque por dentro se muere de risa—. La edad no viene sola, eh, señor Arrabal. ¿Estás seguro de que no voy a tener que llamar a urgencias porque te excediste con la pastillita azul y te dio un infarto?
Benedict abre los ojos y la observa con una