Capítulo 89 —El Dragón
Narrador:
El silencio se había asentado entre ellos como una tregua. No pesaba, no apretaba. Solo estaba ahí, cómodo, flotando.
Desirée, aún sentada sobre una de las banquetas altas de la cocina, soltó de repente un pequeño quejido.
—Ay, no… —murmuró, poniéndose una mano sobre el estómago.
—¿Qué pasa? —preguntó Cedric, acercándose con el ceño fruncido.
Ella se rio entre dientes.
—Me rugió el estómago.
Él levantó una ceja, divertido al escuchar el sonido.
—¿No me habías dicho que lo que tenías ahí era un dragón y no un bebé?
Desirée soltó una carcajada, de esas que alivian el pecho.
—Sí, pero parece que el dragón quiere sushi.
Cedric fingió horror.
—¿Antojo ya? ¿O solo tienes ganas de comer sushi y usas al dragoncito como excusa? —Ella cruzó los brazos con altivez fingida. —Ah, bueno —dijo él, levantando las manos en señal de rendición —Entonces, si su excelencia lo desea…
—Lo deseo o tu hijo saldrá escupiendo fuego por la nariz cuando nazca —lo interrumpió, sonri