Capítulo 82 —Respira
Narrador:
La mañana en la Fiscalía había empezado con un silencio espeso y una cafetera rota. Desirée ya no necesitaba café; el embarazo se encargaba de devolverle todo lo que osara tragar. Margot había salido a buscar un té de jengibre, mientras ella se aferraba al borde del escritorio, jadeando, con la frente sudada y un nudo en el estómago que no daba tregua. El vómito le ardía en la garganta y las piernas le temblaban. Desirée sostenía la cabeza sobre el basurero del despacho, una mano aferrada al escritorio y la otra sujetándose el vientre con fuerza. El aire olía a papel viejo y náusea, y lo único que deseaba era que Margot llegara de una mal*dita vez con ese té de jengibre. Pero en vez de su amiga, fue Samuel quien apareció en la puerta.
—¿Desirée?
Ella apenas giró el rostro, aún agachada junto al tacho de basura donde acababa de vomitar. Estaba pálida, con los ojos entrecerrados y una mano en el abdomen.
—Carajo... —murmuró él, dando un paso al frente —¿Es