Capítulo 84 —Una cita
Narrador:
El portón del tribunal se cerró tras ella con un golpe seco, y Desirée detuvo los pasos al instante. Allí, en una de las bancas del pasillo, sentado con las manos entrelazadas y la mirada fija en el suelo, estaba Cédric.
No se levantó. Ni siquiera al verla. Parecía estar aguardando algo más que su presencia: una señal, una decisión.
—Ve tú —le dijo Desirée en voz baja a Margot, mientras le tendía la carpeta y el bolso —Yo tengo que hablarle.
Margot frunció el ceño, dudando.
—¿Estás segura?
—No —respondió, sin apartar los ojos de él —pero no debo hacerlo.
Margot aceptó las cosas y siguió adelante sin añadir palabra.
Desirée se quedó sola unos segundos, respirando hondo. Luego dio los primeros pasos hacia él.
Solo entonces, al verla acercarse, Cédric se puso de pie.
Sus ojos se encontraron. Y por un instante, ambos parecieron vulnerables. Desirée con el rostro serio, agotado. Cédric con la tensión en los hombros y el alma en los ojos.
—Hola —dijo él, con