Capítulo 132 —Epílogo
Narrador:
Desirée ya no era la misma mujer que había llegado a esa ciudad con la rabia cosida a la garganta y el pasado tatuado en cada mirada. Meses después del nacimiento de su hijo, había aprendido a dormir poco, amar mucho y discutir menos. O al menos eso intentaba… aunque Cédric solía decir que su talento para pelear era uno de sus encantos más peligrosos.
Fue nombrada Fiscal en Jefe del distrito dos semanas antes del bautismo del bebé. La ceremonia fue breve, elegante, con pocos invitados, la mayoría médicos, abogados y Margot, que logró escabullirse con un vestido que Desirée juró arrancarle si volvía a robarse todas las miradas.
—Yo soy la estrella del evento, ¡carajo! —le gritó entre risas, mientras la otra le mandaba besos desde la primera fila.
Se dividía ahora entre la Fundación Duval, la fiscalía y la maternidad. No sabía cómo lo hacía. A veces pensaba que solo sobrevivía por la cafeína y las manos de Cédric en la espalda cuando el día la devoraba.
—¿