Noah antes de salir de la oficina bebió unas cuantas copas, su pulso temblaba, lo que menos quería era preocupar a su esposa, buscando tranquilizarse, trató de trabajar un poco más, pero la zozobra se lo impidió, en el fondo sabía que la tranquilidad estaba a punto de terminar.
Fue al parqueadero y subió en el auto, condujo a toda velocidad directo al apartamento, sus dedos se movían de manera involuntaria, al llegar llevó la mirada a su alrededor antes de descender del auto, temía por su vida.
Al ingresar al apartamento las luces se encontraban apagadas, Noah soltó el maletín de manera involuntaria, supuso lo peor, lentamente estiró el brazo llevando el dedo hasta el interruptor, al encender la luz su corazón por poco se detiene.
—Sorpresa cariño —Emily lo recibió con una copa de champaña, besó sus labios, y le ayudó a retirar el saco—. Traes cara de susto, ¿te ha sucedido algo en el camino?
—No, solo que me tomaste por sorpresa, jamás llegué a imaginar que me ibas a recibir de esta