Noah despertó con un fuerte dolor de cabeza, abrió lentamente los ojos llevando la mirada a su alrededor buscando a Emily, se levantó de la cama y fue a buscarla por el resto del apartamento, pero por ningún lugar se encontraba ella.

Dibujó una leve sonrisa, la noche con ella había sido grandiosa y ella era el sinónimo perfecto de seducción, fácilmente podía volver loco a cualquier hombre.

No había dejado su teléfono, tampoco sabía en donde encontrarla. Él sonrió como un tonto, a pesar de no tener información sobre ella. Definitivamente era una mujer imposible de olvidar.

Él se dirigió a la cocina, de allí sacó unas pastillas eficientes para aliviar el malestar y las bebió.

Lavó su cuerpo y se vistió, colocó unos lentes oscuros cubriendo el cansancio de sus ojos y luego salió con destino a casa de su padre.

Mientras que Noah iba de camino, de manera remota continuaba al pendiente de lo que sucedía en la sucursal de Toronto; él era un hombre responsable y los negocios estaban siempre primero.

Unos cuantos minutos más tarde, el taxi se detuvo frente de aquella imponente mansión, Noah descendió, acomodó su traje y luego ingresó, el personal a cargo del servicio de inmediato lo reconoció, todos lo saludaron y él correspondió mostrando gran empatía.

Noah se ubicó en la sala, de inmediato uno de los hombres del servicio fue a darle aviso a Logan, quien al enterarse que su hijo se encontraba de visita acudió a toda prisa para recibirlo.

—Hijo mío, que gusto volverte a ver, dude que pudieras venir, pero el hecho de verte con mis propios ojos hace que todo sea diferente —Noah se levantó, estiró el brazo con intenciones de estrechar la mano de su padre, pero Logan abrió los brazos y lo recibió con un cálido abrazo.

—He venido porque te escuché hablar de una manera diferente, supuse que no estabas pasando por las mejores condiciones, pero por lo visto me he equivocado, te ves bien, te ves como siempre —Logan apretó los labios y negó con su cabeza.

—No creas en todo lo que ves hijo, las apariencias engañan, claramente estoy pasando por uno de los peores momentos, acudí a ti porque no confío en ninguna de las personas que me rodean en este lugar... Porque tú eres el único que puede ayudar.

—No entiendo a que te estás refiriendo, podrías ser más claro —Logan exhaló— no quiero perder tanto tiempo.

—Ustedes, por favor retírense —ordenó Logan al personal de servicio que se encontraba cerca.

Los dos tomaron asiento, Logan sirvió licor en dos vasos, ofreció uno de ellos a su hijo, pero él simplemente levantó la mano negando recibir.

—Ni siquiera ha llegado el mediodía y por lo visto este no es el primer vaso de licor que llevas a tu boca —comentó Noah reprochando las acciones de su padre.

—En realidad no quiero que nadie se entere de mi condición, debo admitir que eso no es algo que me guste. Estoy enfermo, puede que no me quede mucho tiempo de vida —dijo Logan siendo sincero.

Los ojos de Logan se humedecieron. Noah lo miraba pausadamente.

—Mi esposa, estoy realmente enamorado de ella. Siento que la vida me está castigando en esos momentos y me está quitando la oportunidad de poder amarla como se lo merece. —Noah bufó ante las palabras de su padre.

—Lo siento, quisiera consolarte, pero aunque suene cruel te lo mereces, mi madre tuvo que sufrir los últimos días de su vida debido a tus acciones —habló Noah.

Noah se Mostraba frío ante la situación que estaba atravesando su padre.

Logan bebió de un solo sorbo desocupando el vaso, luego tomó la botella y se sirvió más, solo que esta vez Noah arrebató el recipiente de la mano de su padre impidiendo que pudiera continuar viviendo.

El hecho de ver a su padre destruido de aquella manera lo hacía sentir culpable, porque una vez que su madre falleció pudo notar en él que su tranquilidad y felicidad habían acabado, pero aún así no soportaba la presencia de una nueva persona en la casa.

—Me siento mal físicamente, acudí a ti porque recordé que tu madre días antes de fallecer presentó los mismos síntomas —Logan levantó el brazo y se sostuvo de su hijo.

»Ha llegado la hora de que te encargues de todo lo de la familia, entiendo que te causé daño, por ello te pido que me perdones, necesito que no me des la espalda, en verdad eres todo lo que me queda, pongo en tus manos lo que soy —Noah conectó la mirada con la de su padre.

Era bastante doloroso ver a su padre completamente arruinado, luego de que lo consideraba como un hombre indestructible, un ejemplo a seguir de cierta manera, al notar que su padre no se encontraba bien no pudo negarse, simplemente guardó silencio y disfrutó de su compañía luego de tanto tiempo de ausencia.

Mientras tanto, Emily se encontraba en la entrada principal de su casa

—No debí haber bebido mucho. Mi cabeza está hecha un caos —se dijo ella misma en medio de murmullos.

Respiró con profundidad y luego abrió la puerta notando que Logan estaba sentado con un hombre más.

—Que bueno que llegaste, te estaba esperando —mencionó Logan acercándose a la puerta principal recibiendola, él miró su teléfono que estaba sonando—. Responderé está llamada e Iré por algo de beber. Traeré una botella especial, debemos celebrar este momento. Ve siéntate, te presentaré a alguien, lamento no haberlo presentado antes.

Ella caminó, puso una sonrisa falsa en su rostro y cortó la distancia caminando hasta la mitad de la sala. 

Noah giró la cabeza, su expresión de sorpresa fue inevitable, ya que lo primero que vio fue a aquella mujer con la que había pasado una de las mejores noches en toda su vida.

Emily sin pensarlo dos veces fue dando pasos largos directo hasta donde se encontraba Noah, tensó la mandíbula, todo su cuerpo comenzó a temblar.

—¡Qué te pasa! —reclamó entre gruñidos—. Acaso te has vuelto loco, ¿cómo rayos hiciste para dar con mi dirección? —Emily se mostraba furiosa ante la presencia de Noah—. Mira, lo que paso ayer fue un error... Yo estaba tomada, muy tomada. No debió pasar.

Noah abrió sus ojos, estaba intentando entender lo que estaba pasando.

—Ya sé, lo que buscas es que te dé dinero ¿verdad?

—¿Qué acabas de decir? —él habló indignado.

—Que quiero que te vayas, solo fue un error y no va a volver a pasar algo así. Vete, él es mi esposo y todo esto puede ser un problema muy grande.

—Así que tú eres la esposa de Logan Parker, el empresario más poderoso que hay en el país —espetó Noah mientras la observaba con desprecio al darse cuenta que ella era la mujer con la que su padre se había casado.

—¿Quién rayos eres y qué estabas buscando en este lugar? —preguntó Emily llena de curiosidad por saber quien era realmente aquel hombre con el cual había tenido una noche llena de pasión.

—Soy Noah Parker, el único hijo de Logan Parker, soy él hombre con el cual engañaste a tu esposo hace unas pocas horas atrás.

Ella quedó muda, Logan no quiso mostrar nunca una foto de su hijo y al final ella dejó de prestarle atención a ese pequeño detalle.

Ella estaba aún en shock, no podía creer su mala suerte. La única vez en su vida que bebió como una loca y que la había embarrado y preciso se había metido con el hijo de su esposo.

Él había quedado encantado con ella, sin embargo, saber que ella era esa mujer que había odiado por meterse en su familia, cambiaba todo.

—Soy el hombre con el cual te revolcaste como si no tuvieras una relación, con un hombre decente. Por cierto tu manera de desaparecer luego de una noche de sexo con un extraño deja mucho que decir.

Ante su comentario Emily deseo acercarse y darle su merecido, pero decidió controlarse.

—Lo primero que deduje fue que claramente tienes experiencia en el tema, y estás acostumbrada a ir de cama en cama con cualquier hombre que se te presente —él espetó con tranquilidad buscando ofenderla.

Ella apretó los ojos con fuerza ante sus palabras buscando calmarse, estaba a punto de estallar, pero la manera en la que Noah se expresaba había causado que Emily no lograra soportar aquellas ofensas, de inmediato le propinó una fuerte bofetada.

—No tienes derecho a decir esas cosas. Admito que anoche me equivoqué y terminé en la cama contigo, era una fecha especial y Logan simplemente prefirió embriagarse y dejarme sola —Emily habló con repudio.

—Lo que hiciste no tiene ninguna excusa, lo traicionaste, no logras imaginar todo el dolor que causaras en él cuando se entere de lo sucedido con su esposa perfecta. No me equivoqué al suponer que eras la peor mujer que pudo haber llegado a su vida, definitivamente mi padre merecía una mejor mujer, una que por lo menos se respetara a sí misma.

Emily levantó el brazo intentando darle otro golpe, pero él reaccionó antes sosteniendo su brazo.  

—Te exijo que mantengas tu boca cerrada y no le digas nada a tu padre de lo que ha sucedido entre los dos —Noah apretó los labios y negó con la cabeza.

—Lo siento, pero no pienso encubrir una traición de esta magnitud.

—No hay necesidad de que alguien me diga sobre la clase de persona que eres, porque ya lo he descubierto, pero el hecho de enterarme de que también te has revolcado con mi hijo hace que todo sea aún peor —interrumpió Logan mostrándose indignado por las acciones de Emily.