—Doctor, ¿podría decirme quién donó su sangre? —Debo agradecerle de corazón. —le pregunta Victoria, esperando con ansiedad la respuesta.
—El donante ha preferido permanecer en el más absoluto anonimato. Debo respetar su voluntad. —le responde el doctor con seriedad.
Victoria, al recibir la inesperada pero milagrosa noticia, se abraza con su tío, que la consuela diciéndole que la esperanza es lo último que se pierde.
En la habitación donde Miguel Ángel yacía con varios tubos en las venas, los enfermeros se preparaban para realizar la tan esperada transfusión de sangre.
El médico trae las bolsas de sangre necesarias para la transfusión. Los familiares de Miguel Ángel y Victoria esperan en el exterior. Todos están nerviosos esperando el momento en que el doctor salga con el resultado.
Casi han pasado tres horas y todo permanece en silencio hasta que una enfermera sale. Victoria se acerca de inmediato para preguntarle por el estado de salud de su amado Miguel.
— ¿Cómo está Miguel? ¿Result