Dmitriy se dirigió a la habitación, al ingresar lo primero que notó fue que la intensidad de la luz era baja, ajustó la puerta y sonrío, se retiró el saco, zafó el nudo de la corbata y luego arrebató su camisa; moría de ganas por sentir a su amada, y sabía que aquella noche no estaba hecha para dormir.
—Estoy aquí cariño —Irina con un tono de voz suave lo llamó.
Dmitriy sacó la punta de la lengua y lamió los labios; al escuchar la voz de Irina que provenía desde el interior del baño comprendió que sus pantalones estaban sobrando. Dando pasos cortos ingresó al baño, allí estaba ella, con su cuerpo recostado en la tina disfrutando de un baño caliente.
—Hola cariño, sigue y ponte cómodo —habló Irina con voz suave y seductora.
Dmitriy sonrió y sin pensarlo dos veces llevó su cuerpo frente al suyo, colocó los brazos sobre el borde de la bañera y recostó la espalda en ella mostrando imponencia y sacando pecho de macho alfa.
—Hemos permanecido demasiado tiempo ocupados en diferentes asunt