Cap. 38: Resultado: "negativo"
April y Marie fueron a una cafetería de esquina, con mesas de madera clara y ventanales amplios. No tenía lujos, pero estaba bien. A Marie le gustaban los lugares así, sin pretensiones. April pidió té. Marie, café.
Hablaban seguido por teléfono, pero verse cara a cara… era otra cosa.
—No te imaginé aquí —dijo Marie, mirando alrededor—. Oficina, edificio elegante, gente que te dice “señora”.
April sonrió.
—Yo tampoco me imaginé así.
—Y el jefe… —Marie levantó una ceja con picardía—. El señor Callahan. Es guapísimo.
April soltó una risa breve.
—Sí, lo es.
Marie bajó la voz, inclinándose apenas sobre la mesa.
—¿Y?
—¿Y qué?
—¿Ustedes dos?
April dejó la taza sobre el platillo con cuidado. Pensó un segundo antes de responder.
—Él me ha pedido matrimonio. Quiere darles su apellido a los niños. Me protege. Me respeta…
Marie se quedó con la cucharita en el aire.
—¿Y tú por qué no puedes?
—Yo no puedo —dijo April, bajando un poco la mirada—. No me nace. Y él no merece un amor a medias.
Marie de