Cap. 13: Confusión de sentimientos.

La noche en Brownsville no era amable. Las farolas parpadeaban como si también tuvieran miedo de mirar demasiado. Axel conducía en silencio, con el ceño levemente fruncido. No necesitaba ser un experto para notar que estaban entrando a una de las zonas más duras de Brooklyn. Los grafitis en las paredes, los callejones angostos, los grupos de adolescentes en las esquinas, todo hablaba de un mundo al que él no pertenecía.

Aria llevaba el cuerpo tenso, los brazos cruzados y la vista fija en la ventana.

—Frene aquí, por favor —dijo de pronto, casi en un susurro.

Axel miró a su alrededor. Estaban a media cuadra de un conjunto de edificios bajos, con balcones oxidados y escaleras de emergencia colgando como ramas secas. Claramente, no era el destino final.

—¿Aquí? —preguntó, sin ocultar su desconcierto.

—Sí. Prefiero caminar —respondió, sin mirarlo—. Si alguien me ve bajar de un auto lujoso será muy sospechoso. Richard tiene informantes.

Axel detuvo el