Capítulo: Destinada a repetir la historia.
El hombre llevó a Celestia a su coche, un mesero se acercó y cerró el paso.
—¿Todo bien caballero?
—Sí, es mi novia, es que se mareó, está de encargo.
El mesero asintió, pero vio a la chica con un gesto extraño; sin embargo, no dijo nada, y los vio salir.
El hombre condujo hasta un departamento de mala muerte a una hora del centro del pueblo.
Al llegar, Celestia ya estaba dormida. El hombre la cargó y la llevó adentro, ahí ya estaba Kate.
—¡¿Está dormida?!
—Sí.
La llevaron a la cama, Kate se abalanzó sobre la chica y le quitó solo la blusa y la cubrió con una manta.
—¡Apúrate!
—Kate, más te vale que esto no me vaya a traer problemas —dijo el hombre asustado.
Ella negó.
—¡No seas miedoso, Julián, confía en mí! Hazlo.
El hombre se recostó en la cama, se acercó a la chica, como si besara su cuello y sus labios.
Kate tomó las fotografías, luego tomó el móvil de Celestia, mientras comenzaba a enviar mensajes al teléfono que tenía en la mano.
—¿Qué haces?
—Confía en mí.
—¿Po