Molesta con Ryan por su respuesta y conmigo por no pensar en ello hasta ahora, golpeo con fuerzas su cuerpo diciéndole lo idiota que es. Los dos forcejeamos, porque yo intento golpearlo fuerte y él tomar mis manos para que no lo golpee.
Por lo que, el auto vuelve a moverse bruscamente, pero, por una razón completamente diferente. Ryan, me abraza al no poder inmovilizar mis manos y eso hace que muerda cualquier parte de su cuerpo que tenga a mi alcance.— Ya no eres solo mi esposa rebelde, si no, mi salvaje mujer. — dice Ryan como si fuera gracioso que lo mordiera.— ¡Suéltame ahora mismo, Ryan Volkova! — grito molesta.— Cálmate un momento, si sigues así vas a hacerte mucho daño. — dice Ryan.— No finjas que te preocupas por mí, seguramente lo que quieres es que deje de golpearte o que este pegado a ti para que se me olvide ir a la droguería, ¡