Sara sintió que el corazón le dio un vuelco en el pecho, contuvo el aliento y apartó la mirada de todos los miembros de la junta que clavaron sus ojos en ella.
—¿Pero de qué estás hablando, abuela? — preguntó con brusquedad Luna y doña Amelia tomó el cuaderno de Sara y se lo lanzó a su nieta golpeando la mesa con fuerza.
— Mira los diseños. Ninguno de los diseñadores que hay afuera logrará hacer algo como esto. Pienso que las ideas innovadoras de Sara podrían hacerle bien a la compañía en un momento tan crítico como estos, Pero eso no lo puedo decir solo yo. El presidente es Emiliano. Él tiene dos votos a diferencia de nosotros que tenemos solo uno — Laura, la otra gemela, habló mientras se observaba las puntas del cabello, Vanidosa,
— Es obvio que mi hermano va a votar que sí.
— y yo les pido que ustedes voten igual — las regañó la abuela — Sara recordaba bien a la mujer, era fuerte y decidida como su esposo, todos la respetaban, su opinión importaba, era la matriarca del legado Mo