POV Emma
Tardé demasiado en arreglarme, me duché y mientras lo hice lloré igual que siempre, no entiendo por qué mi madre se empeña en insultarme cada vez que tiene oportunidad. Odio ser gorda. De tanto llorar perdí el tiempo y para cuando terminé de arreglarme ya era bastante tarde, llegaré a la cena al menos diez minutos después de la hora que mis padres me indicaron, van a matarme.
Al llegar a la mansión Keller. Keller... Keller, ese es el mismo apellido del hombre que me rentó el lugar. ¿Será el mismo? Como sea, al llegar a la mansión me estacioné en la entrada mientras esperaba a que alguien se asomara para permitirme entrar y en ese tiempo una hermosa mujer apareció, llevaba un vestido negro suelto hasta el piso, su escote en V dejaba muy poco a la imaginación, vaya mujer, yo no soy envidiosa y sé reconocer a una belleza en cuanto la veo. No obstante, la imagen que tenía de ella como alguien digna de admirar se esfumó al oírla hablar.
-¡Hey! ¡Gorda! ¿Por qué no te mueves? Aquí no hay establos, los cerdos no pertenecen aquí, así que muévete.
-Disculpe señorita...No le respondí más que un disculpe señorita para evitar complicar las cosas y que mis padres me reprendieran, esa mujer se veía que era de las que arman escándalos si no le cumplen sus caprichos. Por un momento llegué a admirarla por su belleza hasta que habló, entonces le perdí el respeto y la admiración.
Después de la espera, tuve que moverme para que la mujer pudiera entrar y detrás de ella entré yo, esperé a que me dirigieran hasta el lugar exacto de la reunión y quedé impresionada por el jardín, era realmente hermoso y romántico.
El mayordomo me anunció al llegar a la mesa donde mis padres ya me esperaban con miradas serias y acusadoras, aunque mi padre me ama mucho más que mi madre, él odia la impuntualidad, así que era normal verlo enojado.
-Señores Keller, señores Smith, la señorita Emma Smith ha llegado.
-Gracias, señor Joseph.No puede ser, entro y lo primero que veo es a esa mujer grosera mirándome de pies a cabeza.
-Buenas noches señores Keller, papá, mamá, joven y señorita.
No quería parecer mal educada y saludé a todos aunque a los jóvenes no los conozco ni sé quiénes son, imaginé que ambos eran hijos de los señores Keller, la chica tiene toda la pinta de ser una hija de papi malcriada y el hombre, se ve terriblemente guapo, sexy y arrogante. Sus ojos azules y ese cuerpo bien ejercitado en ese traje a la medida, Dios que hombre tan exquisito, lástima que ese tipo de hombres no se fijan en las mujeres como yo, seguro su novia debe ser perfecta.
Después de repasarlos disimuladamente con la mirada me dispuse a sentarme cuando la señora Keller me indicó mi lugar con una sonrisa amable y cálida, se ve que es una mujer refinada y con mucha educación, ni siquiera se fijó en mi apariencia o en mi impuntualidad.
-No te preocupes querida, Hielena la novia de mi hijo Adam también llegó tarde. Parece una característica natural en los jóvenes de ahora.
Genial, la mujer esa es la novia del Adonis aquí presente, no puedo creerlo, pero al mismo tiempo si lo creo, estos hombres sólo ven por fuera y no se fijan en las neuronas, sólo se fijan en dónde quieren enterrar su miembro. La mujer esa, la tal Hielena no deja de mirarme con una sonrisa estúpida como burlándose de mi.
Después de sentarme la señora Keller me presentó a su familia, miembro por miembro, de los presentes claro, hasta donde sé tiene otros dos hijos, pero no están aquí esta noche, me pregunto cómo serán.
-Ya que estamos todos entonces permítanme presentar oficialmente a mi hijo Adam dueño y director de empresas Keller y a su novia la señorita Hielena.
Mis padres no se quedaron atrás y me presentaron. La tal Hielena o mejor dicho hiena no me quitaba la mirada de encima y el tal Adam ni siquiera me miraba, estaba atento a la mirada de su madre y de mis padres, a su padre parecía no importarle menos.
-Es un placer, señor Adam Keller y señorita Hielena. Ella es nuestra única hija y heredera Emma Smith.
-Mucho gusto señorita Smith. -E... El gusto es mío joven Adam.