Mis manos temblaban, como pude saqué del interior de mi saco una pequeña caja, creo que recuerdan bien el día en que compré este hermoso anillo y lo mucho que demoré en decidirme, aunque al principio no tenía idea de qué anillo comprar, ahora estaba cien por ciento seguro de que este era el anillo perfecto para Emma.
Me aclaré la garganta.
Abrí la pequeña caja y mostré a Emma el anillo, sus hermosos ojos azules se abrieron, lo miraron y luego me dirigió la mirada a mi.
Me arrodillé.
-Señorita Emily Smith.
¿Me haría el honor de aceptar mi petición para convertirse en mi esposa?
-...
Un par de lágrimas cayeron rodando por sus mejillas.
-Si.
Si acepto tu petición.
Si quiero ser tu esposa Adam Keller.
Saqué el anillo con el diamante rosa en forma de corazón y se lo coloqué en sus hermosos dedos.
No tengo un fetiche con los dedos, pero Emma tiene unos dedos muy hermosos, suaves, blancos y muy bien cuidados.
El anillo le quedaba y le lucía perfecto.
-Me encantas Emma.
Me puse de pie y la b