Coorah. Restaurante Abantal, Sevilla, Andalucía, España, 2024. -” Esperadme fuera, no quiero que mi tío sepa que tengo protección privada.”- fue lo primero que le dije a Bruno. El era el encardado, el jefe, del grupo de seguridad que Fazio me había puesto, y esto fue lo que le dije nada da más salir del coche, justo cuando estábamos delante de la lujosa puerta de entrada del restaurante, donde ya una especie de conserje con un uniforme muy bonito, con gorra incluida, y muy solicito, nos miraba con una sonrisa de bienvenida, esperaba con educación, para abrirnos la puerta, del prestigioso local, mientras daba instrucciones a los valet que se encargaban del aparcamiento de los coche. -” Discúlpeme, señora De Falco, eso es imposible, debemos estar alerta a cualquier tipo de situaciones que se presente y no podemos...”- tuve que interrumpir a Bruno. No quería discutir con él, pero ante el enfrentamiento que me esperaba necesitaba estar concentrada, y no tener que estar pendiente de o
Coorah.Restaurante Abantal, Sevilla, Andalucía, España, 2024.Por un segundo, una ilusión rápida, que me hizo creer que lo había visto en la cara de mi tío lo había imaginado. Tuve la sensación de que, la sonrisa de mi tío, se le borraba de sus labios, mientras tensab
Fazio. Restaurante Abantal, Sevilla, Andalucía, España, 2024. -” Código rojo, barrera a la dama.”- fue lo primero que se oyó por la radio del coche, nada más llegar a la entrada del restaurante, mientras uno de mis hombres me habría la puerta del coche, para que yo saliera con rapidez. Casi de forma consecutiva, al anuncio de la radio, sonó mi móvil, la llamada era de Piero, mi caporegime, confirmándome que, el código de peligro sobre mi esposa era real. Sin pensarlo, descolgué el móvil mientras me dirigía con rapidez a la puerta del restaurante. -” Don De Falco, han tenido que intervenir, la señora De Falco se ha desvanecido, sin razón aparente, y justo después de solicitar mediante señas, que interviniera Bruno y sus hombres, ahora se encuentra inconsciente, la están sacando del restaurante.”- Las últimas palabras de Piero, mi cuñado, coincidieron con la apertura brusca de la puerta, donde Bruno con mi mujer en sus brazos, algunos camareros, el maître, y sus hombres salían ráp
Coorah: Universidad de Oxford, Condado de Oxfordshire, Inglaterra, 2019. -” ¿Estas seguras lo que vas a hacer? ¿No tienes miedo que mi tío se entere?”- me dijo mi querida prima Kiora, la única que sabía que, desde hacía cuatro años, desde que llegué a Oxford, estudiaba dos carreras, una por vocación, medicina, y la otra para engañar a mi padre, donde desde luego, no tenía grandes notas. -” Tengo que dejar de engañarme, no puedo seguir este ritmo, necesito concentrarme en mi verdadero sueño, así que voy a abandonar la carrera de empresariales.”- le dije totalmente segura mientras me estiraba en mi cama, era madrugada en Oxford mientras que, en Sídney, de donde Kiora me llamaba, ya eran casi medio día. -” Pero si se entera el tío Lousntak, se va a enfurecer.”- me aseguró mi miedosa prima. -” Como decía la abuela, no hay recompensa, sin sacrificio, sabes que odio esa maldita tradición de que el primogénito de la familia debe llevar la herencia del grupo Bell, sobre todo porque si er
Narrador. Hospital provisional en la Pandemia, Salón de congresos IFEMA, Madrid, España, 2020. Tras la declaración de pandemia mundial a finales de 2019 y principios de 2020, muchos países se vieron abocado a abrir nuevos recursos para paliar la pandemia, este fue el caso de España, que tuvo que habilitar algunos pabellones del Salón de Congresos IFEMA, como hospitales de urgencia, tras la saturación de los servicios en todos los hospitales, para enfermos graves, y algunos pabellones, por desgracia, como Morgue, para los fallecidos. También se hizo un reciclaje del personal médico libre, y de estudiantes especialistas de último año, para no saturar a los interinos de urgencias, entre los que recibieron el reciclaje fue la interna en cirugía Coorah Bell, y otros cirujanos de otras especialidades, que o bien ya cumplían su último año de especialidad, ya era una experta especialista. Muchos de ellos fueron enviados al hospital provisional del IFEMA, justo por esta razón se produjer
Coorah. Habitación 18, de la residencia del Colegio Mayor de Oxford, Condado de Oxfordshire, 2021 -” Todo está organizado, en breve le envió la copia del contrato, doctora Bell, en cuanto al alojamiento, ¿Quiere que le reservemos plaza en el edificio que tenemos para residentes?, la pena es que no tenemos alojamientos individuales, más bien habitaciones compartidas, con zonas comunes, y la cafetería que es gratis para el personal sanitario, nos aseguraríamos de que comparta habitación con otro interino, claro está.”- me dijo la encargada de persona de área de recursos humanos del Hospital Universitario Virgen del Rocío, en Sevilla. -” No se preocupe, ya tengo el contrato de compra de una casa, está en pueblo de Dos Hermanas, cerca de Sevilla, la mudanza comenzara este fin de semana, la próxima semana me incorporo al trabajo.”- le dije con seguridad, mientras veía llegar con cara ansiosa, sudorosa, y con nerviosismos, mientras me miraba haciéndome gestos indicando a la puerta, a la
Coorah. Habitación 18, de la residencia del Colegio Mayor de Oxford, Condado de Oxfordshire, 2021. -” ¿Estás segura?”- me dijo la galesa. -” Nunca he estado más segura, ya es hora de que lo sepan todo.”- le dije. -” Pues que quiere que te diga, suerte, yo mejor me voy a comer algo, ya me cuentas después, no deseo estar en el fuego cruzado, no quiero ser un daño colateral.”- me dijo la galesa, con una sonrisa, abriendo la puerta de nuestra habitación. Justo en ese momento, dos hombres altos, de medina edad, algo rechonchos, con pelo canoso, que antes fue castaño oscuro, de ojos marrón claro, donde uno lleva gafas de vista, de pasta color negro, con trajes ejecutivos de color diferente, y ambos con una mirada seria, que hacía destacar, aún más, la relación familia que tenían, estaban parados delante de nuestra puerta, con clara intención de tocar. -” ¡Suerte!”- fue la despedida, tras saludar a esos dos hombres con una educada inclinación de cabeza, de Mabel, antes de desaparecer
Fazio. Ristorante La Sila, Little Italy, Chicago, Estados Unidos, 2023. -” Crees que la solución que te propongo acabará con el retraso en las entregas, Vico.”- le dijo en italiano Cosimo Bianchi, el hijo del capo elegido por la familia De Falco para llevar sus negocios en Chicago, a Vico Ricci, uno de los encargados de las entregas del material con que, la familia Bianchi hacía contrabando, bajo la orden de la familia De Falco. Yo por mi parte cumplía, como es natural, con la orden que, mi actual jefe Cosimo Bianchi, me ordenaba, mi misión consistía en golpear, con todas mis fuerzas, el abdomen de Vico, mientras este colgaba boca abajo del gancho que había en la nevera del fondo del restaurante, donde se suele colgar las piezas grandes de carne, para su conservación. Como siempre, en estos nueve años, desde que mi padre me envió de incognito, a conocer, servir, y ganarme la fidelidad de las familias que le eran fieles a la familia De Falco, hice mi trabajo con el máximo rigor, go