Capítulo 84. Sentimientos peligros, y desconocidos, de Don De Falco.
Fazio.
Aeródromo de Los Alcores, Sevilla, España 2024.
-” Está todo preparado, Don De Falco, el Consigliere lo ha dejado todo listo, su coche le está esperando, en menos de una hora estaremos en la casa de la señora De Falco.”- me dijo uno de mis hombres, mientras descendía del jet que Renzo, mi cuñado, y mano derecha, había alquilado, a orden mía, para sorprender a mi esposa, llegando casi cinco días antes de lo previsto.
Sinceramente estoy agotado, he tenido que, prácticamente, no dormir para realizar todas las reuniones que tenía prevista, sobre todo con las tres familias que me faltó conocer, en mis diez años de preparación para sustituir a mi padre, y al mismo tiempo, reafirmar la fidelidad del resto de familias que trabajaban para nosotros, tanto en Estados Unidos, como en Europa.
Iba pensando que aún me quedaba un último viaje que haría el próximo mes, ya que sólo me faltaba la visita que tenía que hacer a Johannesburgo, en Sudáfrica, para reunirme con los De Santis, una