Capítulo 25. Un plan meditado y un ataque sorpresivo. Parte 1.
Coorah.
Bar Restaurante Point de vue de Délices, Batía, Córcega. 2024.
-” ¿Podemos hablar de cómo resolveremos el que mañana desaparezcas del barco? Dijiste que tenías un plan, pero hasta ahora no has soltado prenda, “Cariño” ¿No crees ya es hora?”- pregunté al fin, mientras almorzábamos en un precioso restaurante, con vistas al mar, que estaba en lo alto de una de las colinas que rodeaba Batía, y que ofrecía unas vistas espectaculares de la bahía, y del propio Batía.
La verdad es que no había pensado en ello, hasta que noté que estaba disfrutando de nuestra pequeña excursión, por el precioso pueblo costero de la bella Córcega. Algo que hacía años que no me pasaba con el verdadero Carlos, y por varias razones. La principal era porque vivíamos a cientos de kilometros uno de otro, por no hablar de que ya había descubierto el por qué, cuando lo iba a visitar, estaba tan “ocupado”, según él, “con su trabajo”.
Lo que más me había sorprendido de todo, es lo que me estaba pasando, desde