Capítulo 43. Y el mal siempre paga
Ava quedó sorprendida por el descaro de su suegra, aparecer en el hospital para conocer a su nieto después de que le pusiera un cordel a las escaleras para que ella se cayera y perdiera el bebé, además de la trampa que le montó a su hijo para separarlos. Era inaudito.
Durante los meses anteriores había desaparecido, con la única que intentó mantener el contacto fue con Bárbara y su hija se había negado a encontrarse con ella.
—No eres bienvenida, madre —informó Ethan mirándola fijamente.
Ethan se sorprendió al mirarla, a pesar del maquillaje impecable se veía que tenía ojeras y había perdido peso, su ceño se frunció ligeramente cuando la vio titubear, estaba tensa y apretaba el oso con fuerza.
Quitó la mirada de su madre y la dirigió a su esposa que sostenía al bebé con desconfianza, en los ojos de Ava también vio una mirada de desconcierto al ver a Tamara.
—Mama, ¿estás bien? —preguntó Bárbara levantándose de su silla, preocupada por la apariencia y la actitud de su madre.
—Sí, no qu