Capítulo 27. La desesperación de Ava.
El salón de conferencias estaba saturado de periodistas y cámaras, todos aguardando ansiosos la entrada de Ava Anderson. La atmósfera estaba cargada de tensión cuando ella finalmente cruzó la sala y se detuvo ante el podio. El murmullo se apaciguó y los destellos de las cámaras inundaron el espacio.
Consciente de que esta rueda de prensa era su ventana directa a Samuel, Ava sabía que tenía que hacer una súplica pública por el regreso de su hija. A pesar de la mirada inquisitiva de las cámaras y los ojos expectantes de la audiencia, su atención se mantenía fija en un único objetivo: encontrar a Diana.
Aclaró su garganta y comenzó a hablar, su voz llenando la sala con determinación.
―Buenos días a todos. Quiero comenzar expresando mi agradecimiento a todos los que han estado siguiendo la situación de mi hija Diana y a aquellos que nos han brindado su apoyo. Han sido días difíciles, cargados de angustia y preocupación, y estoy aquí para hacer un llamado desde el fondo de mi corazón.
Los