Quiero hacerlo, siento que si no le hago daño no podré seguir adelante, porque él como otras personas intentarán causarme dolor y debo defenderme. Pero, siento que es eso lo que él desea, está provocándome y es para tenderme una trampa.
‘¿Qué vas a hacer, Eva? ¿Tolerarás que te traten como basura… como un chivo expiatorio?’ me pregunto mentalmente.Pero, por mucho que tengo muchos motivos para hacerle daño, me abstengo de tocarlo, ni siquiera me muevo de donde me encuentro, porque no puedo implorar que la violencia este fuera de mi vida, si actúo de forma violenta.— ¿Qué te pasa? ¿No eres capaz? — pregunta él en tono burlón y yo lo observo lleno de odio.— Mereces morir, de eso no tengo dudas.— ¿Lo harás tú? — pregunta Luise en tono burlón.— No,