Marisela entonces sacó directamente su teléfono para buscar a Celeste y verificar, pero Ulises lo vio por el rabillo del ojo y sin pensarlo extendió su largo brazo y se lo quitó.
—¿Señor Bustamante...? —lo miró Marisela, mientras Ulises se metía el teléfono en el bolsillo de su pantalón.
Marisela: ... ¿Por qué le quitó el teléfono?
Del otro lado.
Al ver esta escena, Matías inmediatamente se convenció de que Ulises se sentía culpable, y que definitivamente Celeste no le había pedido que viniera por Marisela.
Entonces Matías sacó su propio teléfono y llamó a Celeste en el momento, incluso puso el altavoz.
Ulises suspiró resignado.
Ulises miró por el espejo retrovisor, luego hacia adelante y a los lados, pensando por dónde salir, y en ese momento se escuchó la voz de Celeste:
—Matías, ¿para qué me buscas? ¿Ya llevaste a Marisela de regreso?
—No —dijo Matías.
Sin esperar a que Celeste preguntara confundida, Matías agregó:
—Porque Ulises también vino a recogerla.
Celeste: ¿¿¿Eh???
En ese mo