Sin embargo, sin importar qué tan deplorable fuera su carácter, ella seguía siendo la señorita de los Acosta, y el señor Acosta definitivamente se encargaría de limpiar su desorden.
Pero simplemente se preguntaba: ¿cómo podía alguien ser tan malvado? No tenía razón pero aún así secuestraba a otros, y una vez que obtenía poder, definitivamente implicaría cruelmente a personas inocentes.
Además, el señor Acosta decía que era resultado de la educación que recibió, pero ¿acaso todos los niños que salían de ese orfanato ahora eran criminales? Así que todavía tenía que ver con el carácter innato de una persona, pero estos pensamientos solo se atrevía a tenerlos en su mente, jamás los podría expresar en voz alta.
Mientras Steve reflexionaba sobre esto, escuchó al señor Acosta preguntarle:
—El chofer siguió a Isabella durante el día, ¿descubrió algo?
Steve negó con la cabeza:
—No, la señorita Fuentes solo estuvo comprando en el centro comercial y luego fue a la empresa, no fue a ningún otro lu