Su segunda reacción fue ¿por qué no había recibido llamadas?
Pero luego pensó que había puesto su teléfono en modo avión porque estaba muy irritado y no quería más interrupciones.
Sacó su teléfono, activó la red y recibió varias notificaciones de llamadas perdidas.
Había de su representante en el extranjero, de Aurelio, del asistente de Daniel, e incluso del mayordomo, pero ninguna del hospital.
Lorenzo mientras caminaba a grandes pasos hacia afuera, preguntó:
—¿El doctor te llamó? ¿Por qué no me contactó directamente?
—No fue el doctor del país, el antídoto específico del extranjero ya está en camino de regreso —Aurelio finalmente recuperó completamente el aliento y respondió.
Lorenzo recordó la llamada perdida del mayordomo y preguntó:
—¿El abuelo encontró a alguien para comprarlo?
Su eficiencia era mejor que la suya, efectivamente el abuelo tenía más contactos que él.
—Tampoco —respondió Aurelio.
Lorenzo al escuchar esto, frunció el ceño aún más profundamente.
Aurelio se preparaba p