—Julia, ¿qué te pasó? ¿Quién te molestó?
—¿Qué pasó? ¿Lloraste, hija? ¿Por qué lloraste? ¿Quién te provocó?
Las palabras preocupadas de los dos llegaron, protegiendo incondicionalmente aún más que Daniel, inmediatamente con una actitud de querer matar al culpable.
Al escuchar las palabras de papá y mamá, Daniel apretó ligeramente los labios, su hermana llorando... fue algo que él provocó.
Justo cuando se preparaba para "confesar", Isabella habló:
—No pasa nada, papá y mamá, es que soy muy sentimental.
Sonrió para que no se preocuparan, pero los dos al ver esa expresión más triste que llorar, dijeron con pena:
—Cuéntanos, ¿quién exactamente te molestó?
—Daniel, ¿cómo eres como hermano mayor? Tu hermana es molestada y no la proteges.
—Daniel, ¿pasó algo?
Daniel: —Papá, mamá, fui yo...
—Papá, mamá, no cuestionen así a Daniel, él me protegió y además castigó a quien me molestó —Isabella interrumpió sus palabras a tiempo.
Daniel se detuvo ligeramente, giró un poco la cabeza para mirar de re