En ese momento, en la cafetería.
Celeste ya había terminado su café y hasta ahora no había recibido ningún mensaje de Ulises.
Intentó llamarlo por teléfono, pero tampoco contestó.
Envió un mensaje preguntándole a su mamá, quien le dijo que Ulises no había regresado desde que salió, y pensaba que los tres habían estado juntos todo el tiempo.
Celeste: ¿Realmente Marisela acertó? ¿Ulises tenía una cita por la tarde? Pero tampoco es para estar tan ocupado.
Al no poder contactarlo y no poder resolver el misterio del chisme a tiempo, Celeste tuvo que aguantarse y esperar hasta la noche para regresar a casa.
Las dos salieron de la cafetería, pasearon un rato más, y no regresaron a casa hasta después de cenar por la noche.
Ulises ya había regresado. Ella fue a tocar la puerta del estudio, y Ulises levantó la cabeza para mirarla.
—¿Por qué no respondiste mis mensajes esta tarde? ¿Te descubrieron? —dijo Celeste cruzando los brazos.
—No es como si le fuera a decir a Marisela, en serio —agregó.
—L