—¡Todavía no le he puesto una mano encima a Matías y ya lo estás protegiendo así, ¿cómo es que nunca me protegiste a mí?
—Marisela, realmente eres parcial, pero bueno, siempre has amado solo a Matías.
Después de decir esto, Lorenzo mostró una mirada herida, esa expresión de dolor y resistencia hizo que todos los presentes sintieran compasión y suspiraran en sus corazones. ¡El señor Cárdenas realmente amaba profundamente a su esposa!
Marisela mantuvo la expresión indiferente, sin conmoverse en lo más mínimo por la actuación de cierta persona.
Cuando Lorenzo la soltó, ella se acercó a ayudar a Matías.
Esta acción enfureció aún más a Lorenzo, quien apretó los puños, mientras que invisiblemente confirmaba todo, haciendo que los empleados de ambos lados pensaran lo mismo:
Los involucrados estaban presentes, y Marisela no lo había negado, así que parecía que el chisme era real.
—Señor Cárdenas, usted dijo que no haría nada más, que venía puramente a hablar de negocios, ¿ahora se contradice?