Ulises iba a decir algo, pero se detuvo inmediatamente después de procesar las palabras de la secretaria.
—¿Espera, amor? —dijo Ulises sorprendido.
—Sí, mientras más preparado y formal sea mejor, puede aumentar las posibilidades de éxito en la cita~ —sonrió la secretaria.
—Por supuesto, señor Bustamante, usted es muy atractivo y encantador, aun sin regalos sería cien por ciento exitoso, los regalos son solo para conquistar más —siguió adulando la secretaria.
Al escuchar esto, Ulises frunció las cejas. La secretaria había malentendido completamente, pensaba que él iba a una cita...
Él solo se iba a disculpar.
—No es una cita —explicó.
La secretaria se quedó sorprendida, pensando:
¿Este perfume de mujer no es para una cita? ¿Entonces será para la señorita Celeste?
Pero si fuera para Celeste, con la distancia de un piso a otro, el señor Bustamante directamente le podría pedir que se lo entregara.
—Entonces... ¿aún pedimos flores? —preguntó tímidamente la secretaria.
Ulises apretó los labi