En realidad, a Enzo no le importaba la reputación de la familia López, lo que le importaba era el prestigio de la familia Vargas, que él se había esforzado tanto a construir. Después de todo, las familias López y Vargas estaban emparentadas, por lo que él había decidido intervenir.
Lorenzo se paró allí y le respondió con calma:
—Celeste se estaba quedando a mi lado y todo iba bien, fue la familia López la que se empeñó en molestarla, pues ella es de carácter difícil y yo no puedo controlarla.
Esto lo dijo como si no tuviera más remedio con ella…
Enzo estaba furioso, ¡era obvio que Lorenzo lo había hecho a propósito! ¿Acaso no podía ni siquiera controlar a su propia amante?
Marina se enfureció y no pudo evitar decir:
—Hermano, ¡deja de intentar eludir la responsabilidad! ¡Claramente fuiste tú quien alentó la opinión pública! ¿Te atreves a decir que la familia Hernández no siguió tus instrucciones?
Lorenzo levantó los párpados y la miró de reojo. Su mirada sombría era como un cuchillo qu