Sobre lo ocurrido en la noche anterior, Celeste solo tenía unos recuerdos dispersos.
Suponía que se había embriagado y le había contado a Lorenzo sobre la empresa de Manuel, por lo que Lorenzo había aceptado a ayudarla.
Después de lavarse, Celeste se cambió de ropa y fue al estudio a buscar a Lorenzo.
Justo cuando llegaba a la escalera, se encontró con Andrés, que llevaba un maletín en la mano, y este la saludó con una sonrisa: —Buenos días, Celeste.
—¿Andrés? ¿Vienes a entregarle los documentos? —también le sonrió Celeste.
Andrés asintió con la cabeza: —Sí, tengo que informarle sobre algunos asuntos del trabajo, pero también hay algo de lo que quería hablar contigo.
—¿Qué es?
Mirándola, Andrés le habló: —Tú y Jacob Morales han mantenido una relación de dos años, y él fue tu primer amor, ¿verdad?
Ayer, Lorenzo le había encargado de investigar a Jacob, y él no esperaba esa información.
Celeste tampoco esperaba que le hablara de eso tan repentinamente, y su expresión cambió ligeramente: