Muchas gracias a los nuevos lectores que me siguen y a los que ya tienen tiempo, son un amor.🩷 Diana ya no es la misma con Aris y eso lo pone histérico. Una cucharada de su propia medicina.🙊
—Aris, detente —gruñó Alessandro con su voz de Alfa.Pero para su sorpresa él no paró de moverse sin apartar los ojos de ella.Queriendo rodearla con sus brazos y hacerla suya.La necesidad que tenía por enterrar su nariz sobre su cuello y aspirar su aroma era algo que jamás había experimentado.Sus instintos eran cada vez más salvajes y primitivos.Su lobo la reclamaba.Incluso aunque no supiera si era suya ciertamente.Pero solo había una forma de saberlo.Poseyéndola.—Diana...Su corazón se rompió al ver como la hembra abrazaba sus rodillas con sus brazos mirándolo sin reconocerlo. Con una angustia y temor que él jamás había visto de su parte.En un movimiento sumamente rápido Aris se liberó de Alessandro y Zakiel, sin dudar, se arrodilló a un lado de la cama.—Diana, mírame.—No —susurró ella con un hilo de voz.Sus hermosos ojos azules no lo enfocaron a él rompiendo sus defensas.—No te haré daño...—No te creo porque aunque no te recuerde, siento un dolor profundo aquí —dijo to
Aris no podía dormir.El pensamiento de que Diana estaba sobre su cama, donde siempre debería estar provocó en el una lujuria que no podía reprimir.Recordó el beso que habían compartido y lo idiota que había sido como para negar lo que sentía ahora estaba pasándole factura. No podía estar lejos de ella físicamente por el torbellino de emociones que ella le hacía sentir y que él como un idiota había ignorado por tanto tiempo.Su orgullo y el deseo irrefrenable por adquirir más poder convirtiéndose en el mejor Alfa lo había llevado a cometer el error que ahora estaba pagando.No podía soportarlo por más tiempo.—Necesito verla.Él no notó la oscuridad en su voz, ni lo posesivo que estaba. Era la primera vez que sus instintos lobunos se hacían cargo de él. Más aún porque su transformación había ocurrido recientemente. Se levantó de la cama saliendo rápidamente de la habitación que ella siempre usaba cuando estaba en casa y rápidamente entró a la suya sin ser visto por nadie, en la oscur
Ambos se sintieron sacudidos por una tormenta de emociones en el instante en que sus labios se encontraron.Ella no podía recordarlo pero dejaría su huella en su piel desesperado porque su Diana que quedara junto a él.Sentía como si de un momento a otro alguien fuera capaz de intentar quitársela aprovechándose de su vulnerabilidad, pero él no lo permitiría.Este encuentro desencadenó la atracción innegable que había entre ellos mientras sus labios se acariciaban de manera elemental perdiéndose en el intenso deseo que sacudió a ambos.Su lengua la acarició con deleite y supremacía dominando cada uno de los impulsos de Diana quien respondió tímida.El aroma dulce de Diana llegó a sus fosas nasales deleitándolos como siempre que la olía. Pero ahora había un ligero matiz en su aroma que lo atraía cada vez más.De repente, las manos de Diana lo empujaron lejos de su boca y él dejó que lo hiciera sintiendo una punzada en su corazón al verla mirándolo aturdida antes de fruncir el ceño.—¿Có
Diana no había dejado que Aris se acercara a ella otra vez.Lo que sentía por ese macho la confundía incluso aunque no tenía sus recuerdos. Se sentía inquieta cada vez que la miraba porque el tenía un extraño magnetismo que luchaba por dominarla.Que la atraía intensamente y quería hacerla caer a sus pies. Eso era algo que no podía permitirlo.—¿Está mirándome? —preguntó Diana a su mejor amigo después del entrenamiento.Su cuerpo desprendía un aroma adictivo para los macho a su alrededor incluyendo a Zakiel quien por primera vez tenía que controlarse estando cerca de ella.El macho apartó la mirada desviando su atención hasta su hermano.Sus ojos estaban oscurecidos llenos de un deseo reprimido hacia la hembra.Ahora mismo lo entendía porque el aroma de Diana estaba matándolo.Pero no era solo a él.Más de uno a su alrededor tenía los ojos clavados en ella, cosa que enfurecía a Aris.—¿Cuándo no está mirándote?—Estoy confundida.Zakiel frunció el ceño antes de volver su atención a el
Todo a su alrededor pareció desaparecer.Diana se desmayó pero cuando volvió a abrir sus ojos estaba desorientada.Miró a su alrededor y gimió en voz alta al ver los cuerpos desmembrados de los machos que habían intentado abusarla.—¿Cómo...? ¿Yo lo hice?Ella miró a su alrededor y no vio a nadie más pero podía sentirse observada.Su corazón se agitó mucho más al ver la sangre en sus manos.El ataque parecía ser de un animal pero ella era quien estaba cubierta de sangre, parecía que de repente había salido de un trance y eso la descolocó.—No, yo aún no me transformo. Ese parece ser un ataque de lobos.Diana tragó saliva, en definitiva, alguiene estaba mirándola. Ella dio un paso atrás nerviosa y sin pensarlo, se echó a correr.Su corazón parecía que iba a salirse de su pecho.El miedo que había sentido antes parecía intensificarse porque no quería girarse pero sabía que estaba siendo seguida.Escuchaba pasos pesados corriendo detrás de ella."Oh, diosa. ¿Qué es esto?"Ella derrapó ce
—No me hagas nada, por favor... —susurró ella con un hilo de voz.Dio un paso hacia atrás y luego otro hasta que su espalda quedó presionada contra las rocas en las que se había ocultado.Él no habló.Parecía como si su instinto animal lo dominara.El corazón de Diana estaba a punto de explotar bajo su pecho.Sus ojos lagrimearon sin saber qué hacer."Piensa con la cabeza fría. ¿Cómo puedes huir, Diana?"De repente sus fosas nasales se ampliaron captando su aroma masculino diferente a todo lo que ella había olido antes.Cálido, sensual, atractivo...Si tuviera a su loba sabía que ella hubiera gruñido en aceptación. Los muslos de Diana se tensaron a medida que él acortaba la distancia entre ambos, al mismo tiempo que ella luchaba contra la creciente excitación que empezaba a surgir.Los lobos que habían intentado abusarla habían dicho que ella quería ser follada, Zakiel también le mencionó algo sobre una "llamada", pero ella no se sentía diferente. No los deseaba como una hembra que h
—¿De qué estás hablando? ¿Por qué no me han dicho esto antes? —susurró Diana casi sin voz pensando en lo que acababa de pasarle.A causa de eso, los machos se habían vuelto como desquiciados detrás de ella. "Y uno incluso me persiguió al punto de que mató a esos dos."—No lo sabíamos...—Conocíamos la profecía pero definitivamente no teníamos ni idea de que fueras tú, mi amor.—¿Y de qué se trata esta profecía?—Tú sangre es la única que puede despertar al Lycan más peligroso de todos los continentes y manadas. No solo me refiero al nuestro sino incluso a donde habitan los Omegan originales de donde vinieron los antepasados de tu madre.—No entiendo nada ¿Lycan? Creí que los últimos se habían extinguido.—Según la profecía, tu conexión con ellos despertarían a los últimos que quedaba vivos. Los Lycan son los Alfas originales, son hijos de algún dios y un hombre lobo. Según la leyenda, dos Lycan se enamoraron de la misma hembra hasta la obsesión al punto que ella pereció por ese amor
TRES AÑOS DESPUÉS:Sus manos estaban por todo su cuerpo recorriendo cada curva de este.Su boca perfectamente acoplada con la suya siguiendo el ritmo constante de sus labios entrelazados.No se necesitaban palabras para saber que le pertenecía a ese macho.—Prométeme que no me dejarás, prométeme que serás mía para siempre —susurró él sobre su boca.Sus ojos eran la muestra del poder que poseía y ella como su Luna era la única capaz de calmar a su bestia.—Sabes que siempre lo seré. Te pertenezco únicamente a ti —le respondió con convicción.Su mano grande recorrió el vientre hinchado de la hembra mientras que se estremecía por su toque. —Eres lo único que me importa en esta vida y nuestro cachorro. Estaremos vinculados para siempre después de esto. Tu alma y la mía siempre se encontrarán.—Siempre, estamos destinados a estar juntos.*Diana parpadeó volviendo al tiempo presente sintiendo el viento golpeando su rostro enviando su pelo largo en diferentes direcciones trayéndola de vuel