Devanie se había sorprendido cuando su mellizo había aparecido con la centinela de la manada de Amarok.Pero la mayor sorpresa no había sido que ella fuera su compañera porque hace tiempo ella ya lo sospechaba.Lo que fue en definitiva una sorpresa para Devanie fue enterarse como todos que Alison había quedado preñada de su hermano y no se lo había dicho ni siquiera a él mismo.Devanie no se metería en esa relación pero estaba sumamente feliz de que Adhara tuviera un primo de su edad y ella tuviera un sobrino.Sus padres también estaban sumamente felices y recibieron a Alison como una más de la familia.Saliendo de sus pensamientos ella sintió la mano de su esposo recorriendo su muslo.Su corazón saltó cuando Amarok metió sus dedos entre sus piernas y tuvo que contener el gemido de excitación que amenazaba con escapar de su boca.—¿Cuánto tiempo crees que tus padres se den cuenta que no estamos? —susurró Amarok en su oído erizándole la piel—. Dormidos a Adhara y luego tú y yo...—Sé qu
¡Gracias a todas las personitas que apoyan este libro y me han comenzado a seguir! Estoy muy agradecida con todos por ese hermoso viaje y me encantaría que leyeran el libro de la hija de Dana y Kian. ¿Adivinen quién es su posible pareja? .........Aris, el hijo de Zakia y Alessandro.Espero que les guste mucho este libro hecho con amor.Muchas gracias por darme la oportunidad. Aquí les dejo la sinopsis. BESOS. 🩷SINOPSIS:Diana Volkov siempre ha sido la loba más hermosa de los cuatro reinos a medida que crecía.Todos los machos se sienten seducidos por su presencia cautivadora y coqueta, salvo por uno. El único macho al que ha querido desde que tenía uso de razón aunque jamás lo ha admitido.Le encanta provocarlo y enfurecerlo porque solo así tiene un poco de atención de ese lobo imponente.Sin embargo, cuando toma la decisión de casarse con otro macho, ese Alfa la reclama como suya frente a todos pero ahora es ella quien lo rechaza y no lo quiere en su vida después de romperle
Después de que las manadas de los cuatro reinos se unieran habían creado una escuela para que los lobos de todas las manadas pudieran asistir.Entre esos lobos estaba Diana.Destacando entre los demás alumnos no solo por su poder increíble sino también por su belleza sobrenatural. Donde quiera que iba los machos la seguían con la mirada y las hembras la envidiaban.Esa noche la fiesta anual del instituto estaba llevándose a cabo mientras que ella estaba coqueteando con uno de los machos de la escuela ajena a la mirada tensa y furiosa del macho joven que iba a convertirse en unos años en el Alfa del Este, reemplazando a su padre.Diana no tenía idea que desde que era una niña había sido suya.Una obsesión oscura se había apoderado de Aris desde que eran un niño por la hija del mejor amigo de su madre.Diana y él habían crecido como hermanos, sin embargo, él jamás la vio de esa forma.El deseo y el amor representan la debilidad de un macho, él lo sabía y por eso no daba rienda suelta a
UN MES ANTESHasta que casi cumplía los dieciocho años humanos, su padre no la había dejado matricularse en el instituto, como una débil excusa de protección.En la escuela enseñaban a todos los lobos a controlar y manejar su cuerpo humano a la hora del combate. Más tarde, cuando los lobos se transformaban los enseñaban a luchar en su forma lobuna y a controlar su poder asignado.Ella por su parte ya debería haberse transformado, sus hermanos habían tenido esa habilidad desde que eran cachorros, sin embargo, ella se sentía como una cáscara vacía.Como si su poder nunca pudiera emerger.En secreto le asustaba ser débil y ese era un duro golpe para su ego, ella venía de un linaje poderoso. Aunque poseyera la super fuerza que muchos lobos no tenían, además de que era muy rápida. Más de uno se aterrorizaba al saber que Kian y Dana, el Alfa y la Gobernante del Noroeste eran sus padres. Su padre era el Alfa más temido, su madre era una loba roja y sus hermanos tenían poderes y habilidades
Diana vio el último golpe violento que Aris le dio al macho al que había retado a pelear y casi siseó al ver que le daba una patada final enviándolo al suelo de un golpe seco.Todos estallaron en aplausos como unos salvajes y ella miró a su alrededor indignada.—¿Que demonios...?Una risita a su lado la alertó y notó que Zakiel estaba a su lado.—¿De verdad aplauden eso? —Es un combate cuerpo a cuerpo, Di. Obviamente todos estallarán en vítores por el ganador.Diana no estaba segura de eso.Miró a su alrededor notando que las que más aplaudían eran las hembras, sobre todos las del Este.—Solo quieren llevárselo a la cama. Por eso tanto show —refunfuñó Diana gruñendo.—¿Qué? ¿Estás celosa? —se burló su mejor amigo y ella enseguida entornó los ojos molesta comenzándose a dirigir hacia la arena.Enseguida todos los ojos de las personas a su alrededor se clavaron sobre ella y Diana apretó la mandíbula incómoda.De repente su mirada se encontró con los cautivadores ojos verdes que tanto l
Diana se miró al espejo viendo lo hermosa que se veía con su vestido negro ceñido al cuerpo. Sin embargo, no se sentía cómoda.Después de lo que había pasado entre ella y Aris no habían vuelto a estar demasiado cerca de él, evitándolo todo lo que podía pero esa noche tendrían que comer en la misma mesa gracias a sus padres.—Diana, baja ahora, mi amor. Ya llegaron los chicos.Ella dejó salir un suspiro suave y salió de su habitación.Enseguida escuchó un gruñido de su padre.—¿Qué pasa...?—No me gusta ese vestido, no es para una cachorra, princesa. Luchó para no entornar los ojos frente a su padre y en lugar de eso se acercó a él abrazándolo.—Papi, es lindo. Además, no es como si cualquier macho se fuera a acercar a mí.Kian apretó contra su pecho a su cachorra.—Diana...La advertencia en su voz estaba en evidencia.—Papi.—Aris y Zakiel estarán en la cena.Ante la mención de su némesis, Diana tuvo que fingir indiferencia.—¿Y qué? No es como si me gustara alguno de ellos, Zak es
Diana podía sentir las manos grandes de Aris ciñéndola a su pecho como si quisiera fundirse a ella. Comenzó a experimentar la dichosa sensación de las mariposas revoloteando en su vientre.Antes había pensado que esa expresión humana que su hermana mayor decía era tonta pero jamás se había imaginado que era real.Sin embargo, antes de que pudiera disfrutar demasiado de aquella emoción, Aris la apartó repentinamente clavando sus ojos ardientes sobre ella con el mismo desdén con el que siempre la veía.—¿Aris...?—Eso no significó nada para mí —gruñó él pareciendo por primera vez vulnerable ante ella desplazando el orgullo con el que normalmente actuaba mientras apartaba sus ojos de Diana.—Tú... tú me besaste. Ahora estás mintiendo.Sus ojos volvieron a posarse sobre ella fingiendo desdén.—Un beso no es nada, no seas tonta. Estaba aburrido y quería molestarte, eso es todo. Solo encontré una manera de callar tu retahíla. No me interesas en lo más mínimo.—Estás mintiendo, solo quieres
Ha pasado un mes completo desde que Diana evitaba lo más que podía a Aris y una parte de ella se sentía vacía y solitaria por más que estuviera rodeada de gente.Ese era un secreto meramente suyo porque no quería volver a ser humillada por Aris otra vez, incluso aunque aún le encantara provocarlo cuando estaba cerca.Él seguía trazando la línea entre ambos pero Diana podía ver la oscuridad en sus orbes al verla estar cerca de otro macho incluso aunque no se acercara directamente a ella para reclamarle cada macho que estaba lo suficientemente cerca de ella alguna vez terminaba siendo herido por Aris.Durante todo ese mes en el instituto Diana había comenzado a adquirir más poder y fuerza.Siendo su padre quien la entrenaba antes tendía a ser más delicado y no le gustaba lastimarla, pero ahora notaba muchísimo más su potencial aunque aún no hubiera descubierto su poder.—Si pudieras morir por una mirada seguramente ya estarías muerta —dijo Zakiel llegando a su lado con una bebida.Diana