Aisha lo observó aturdida llena de sorpresa y un nudo se hizo en su vientre sintiendo como tontamente sus ojos se llenaban de lágrimas.

Ya te estaba su vulnerabilidad en esos momentos pero lo fingió muy bien soltando una carcajada sin humor olvidándose que tenían audiencia.

—¿Y dónde deja eso a Alison? Después de todo ¿Quieres que sea tu amante? ¡Olvídalo!

Aisha no supo cómo pero logró liberarse de su abrazo alejándose de él llena de dolor.

Kieran se levantó enseguida, apretando los labios, siguiéndola e interceptó su camino.

—Aisha, basta. Por favor. Déjame explicártelo todo.

—¿Qué vas a explicarme, Kieran? ¿Me darás una habitación al lado de la de ustedes para tener acceso fácil a mí? ¡Suéltame de una buena vez! Puede que esté preñada pero no dejaré que me uses y te advierto algo, estos cachorros son míos, ni siquiera porque eres el Alfa dejaré que me los quites, primero tienes que matarme.

La expresión de Kieran se oscureció por completo, frunciendo el ceño. Tomó su mano atrayéndol