No había tiempo para perder en niñerías.
—Mi madre escapó del Mirador del Valle, de la manada DeRos conmigo cuando era pequeña. Puedo ser su guía, a cambio de que yo pueda cruzar con ustedes también. Quiero volver a mi patria. Mi nombre es… —Kieran vio que los ojos de ella se fijaban en las piedras que Gala tenía—. Cristal.
Los lobos la observaron en silencio y pero él arqueó una ceja.
—¿Cristal?
“¿Acaba de inventar su nombre?”
Kian tomó el cuello de la hembra sorprendiéndola y ella jadeó asustada hasta que posó sus ojos en él. Era la primera vez que Kieran no veía el miedo en una hembra teniendo en cuenta que su padre estaba haciéndole un agarre mortal.
Parecía extrañamente confiada de que él no iba a hacerle nada.
—¿Crees que confiaremos en una hembra que nunca hemos visto? No somos estúpidos. ¿Quién te envió? ¿Por qué estás aquí, cachorra?
—Nadie —habló con la misma suavidad que anteriormente había tenido—. Nadie me envió. Ya le dije el porqué, Alfa Kian. Solo quiero volver a mi pa