Mundo ficciónIniciar sesiónAileen suspiró al ver la luz colarse por la ventana, su cabello revuelto y húmedo por el sudor de sueños agitados, se frotó los ojos y se sentó en la cama, mirando alrededor; el cuarto estaba desordenado, con ropa por el suelo y algunos libros abiertos que Rebeca había dejado caer días antes, la idea de levantarse le pesaba, pero sabía que la casa necesitaba atención.
Con resignación, se levantó y comenzó a recoger la ropa, doblarla y ponerla en la cesta, mientras ordenaba, su teléfono vibró sobre la mesita de noche, al mirar, vio un mensaje de Eleonor.
"Aileen, cariño, necesito que hagas la despensa para la semana. Te dejé las llaves de la camioneta y algo de dinero en la gaveta de siempre. Gracias, preciosa."<







