Marina
Desde luego Paul no había exagerado. Aquel barrio era el sueño húmedo de cualquier rico. Mansiones enormes con amplios espacios verdes, algunos los había convertido en simplemente parques con grandes senderos para disfrutar del ambiente, y otros se podía ver espacios donde jugaban al golf.
Ya estaba oscureciendo y no pude apreciar con claridad el detalle de los negocios en particular de aquella pequeña y snob población. Sin duda sí pude ver varios restaurantes de lujo, empresas que jamás pensarías que tienen abierta una franquicia en semejante pueblecito tan particular.
Llegamos a lo que se supone debe ser la entrada a las puertas de la mansión de su familia. Nos abren ni sin tan siquiera preguntar nada, avanzamos con el coche por un gran sendero asfaltado hasta llegar a lo que parece una semi plaza circular con una gran mansión que la corona.
Es impresionante, construida con grandes piedras blanquecinas. Apuesto a que debe tener mínimo doscientos años. Ver este tipo de cons