—Salgan todos por favor, mi omega no está de humor, en la recepción les darán su paga
— Gracias señor Hancks
Las y los omegas salieron, sin dejar de mirar a ese hermoso, alfa que sonreía con satisfacción al ver a su omega en tal estado, quedaron embobados por su apariencia y olor, dejando a la omega rabiando al sentir sus olores provocadores
—Es mejor que solo me mires a mi Columbus, soy tu omega, soy tu esposa
—Yo pense que solo era un matrimonio por conveniencia, tú lo dijiste Angeles, nos volvimos a casar por los niños ¿cierto?
No supo cómo reaccionar a lo que Angeles estaba haciendo con él, lo envolvió en su feromona, se sentó en su regazo mordiendo su cuello con ahínco, lo lamia y mordía dejando marcas que demorarían en borrarse
—Eres mi alfa Columbus, me perteneces a mi yo soy tu omega y nadie podra negarlo nunca
La voz de Angeles cambio, era baja y sensual, los botones de la camisa de Columbus volaron por los aires, su omega besaba con fervor su pecho y abdomen mientras desatab