John
Su pie intenta darme un golpe en mis bienes de familia, pero neutralicé el golpe infiltrándome entre sus muslos. Ella gruñe mostrando su descontento.
Sonrío, ¡que comience la caza!
Sus labios son dulces a más no poder, tal como me lo había imaginado. Intento meter mi lengua en su boca y ella me muerde ferozmente, para liberarme, le muerdo los labios para que suelte la lengua. Finalmente lo hace, ambos tenemos el sabor de nuestra sangre en la boca. Me apreto contra su cuerpo. Ella puede sentir mi longitud contra su vientre. Su pecho se eleva por el esfuerzo que hace para liberarse.
La supero por una buena cabeza. Ella es tan pequeña comparada conmigo.
Finalmente, empiezo a soltar su boca.
- Eres solo un canalla. ¿Ahora obligas a las mujeres a estar contigo?
- Nunca obligaré a una mujer a estar conmigo. Mi belleza y mis músculos hablan por mí. Todas están locas por mí, y tú no serás la excepción.
- Realmente estás lleno de ti mismo. Crees que todo te está permitido. Pero yo haré un