Ariane
- No planeo quedarme más de un año aquí.
- Tienes una muy alta opinión de ti misma. No creo que vayas a durar más de tres meses aquí. - ¿Ah, sí? ¿Puedes apostar sobre eso? - Muy bien, si logras mantener mi atención después de que haya estado contigo durante tres meses, podrás pedirme lo que quieras. - ¿Todo lo que quiera? - Sí, todo lo que quieras. - Eh, ¿qué me prueba que la cuenta está alimentada? - Haaaaa, puedes ser divertida a veces.Se dirige hacia un cuadro colgado en la pared, lo quita y abre la caja fuerte con su huella digital, luego saca paquetes y paquetes de dinero.
- Aquí tienes tus 100,000,000 de dólares, dime en qué banco hago el depósito. Wow, es aterrador, tanto dinero frente a mí. Tomo los billetes, los toco, los huelo, no hay olor tan placentero como el olor del dinero, me encanta ese olor, voy a poder vengarme.- Entonces, ¿prefieres efectivo? ¿un cheque? ¿o una transferencia?
- Pensándolo bien, prefiero la transferencia. - Muy bien entonces, dame tu número de cuenta. - Está bien, aquí tienes. Le doy mi número de cuenta, él lo anota y tres minutos después mi teléfono emite un sonido, un mensaje acaba de llegar. Miro, efectivamente mi cuenta ha sido alimentada con cien millones de dólares. Miro y todavía no puedo creer que soy multimillonaria, maldita sea, yo, yo tengo todo este dinero, oh creo que me voy a desmayar, porque mirar el dinero de alguien y mirar tu propio dinero hay una diferencia capital.- ¿Qué hacemos ahora? le pregunto.
- Ahora eres mía por un tiempo indefinido. - Oh, vas rápido, acabas de hablar de tres meses, así que no cambies la fecha ahora. Ah, sí, casi olvido, estoy esperando el contrato con la fecha bien especificada, antes de que acabe el día. - Acércate, me dice. - ¿Por qué? - Porque te lo pido. - Puedes pedirlo de una manera más amable. - No soy de suavidades. - Tendrás que aprender entonces.Se mueve hacia mí, me levanta de mi asiento, me pega a él, entierra su nariz en mi cuello, aspira el olor de mi piel, me tenso ante su contacto.
- Me encanta tu olor. Llena mi cuello de besos y me derrito como nieve al sol, es tan bueno. Sus dedos levantan mi cabeza, mis ojos se encuentran con los suyos, su boca encuentra la mía, para un beso hambriento. Me besa apasionadamente, sus dientes muerden mi labio inferior, gemo en su boca, una de sus manos envuelve mi pecho, aprieta mi seno hasta doler, me levanta para colocarme sobre su escritorio, se sitúa entre mis muslos, frota su longitud contra mi entrepierna, me siento mareada, sus manos agarran mis nalgas con fuerza. - Humm. - Sí, cariño, ¿me sientes? ¿Ves el bien que podría hacerte?Sigue frotándose contra mí, me encanta su contacto, me encanta su miembro que me hace sentir bien, cierro los ojos, sus labios encuentran el lóbulo de mis orejas, que besa, su lengua me lame la oreja, y entra en el agujero, maldición estoy en el paraíso.
- Sí, sigue, haaaaa. - Hum, cariño, Sus manos regresan a mi pecho, rasga mi blusa revelando mis dos maravillas, se lanza sobre ellas, su boca hambrienta devora las curvas de mis pechos. Pero eso no es suficiente para él, me quita el sostén, se queda un minuto disfrutando de mis senos, lentamente su mano se posa sobre el seno izquierdo como si tuviera miedo de que se escapara, lo toca delicadamente, antes de hacerse más atrevido, me aferro a su escritorio mientras su boca y sus manos están sobre mis senos. Toma un pezón en su boca que chupa con avidez, mientras su mano aprieta el otro. - Haaaaa, Haaaaa oh Dios mío. - Sí, soy tu dios, humm, eres deliciosa, voy a comerte, voy a devorarte cruda, hum... Sigue devorando mi pecho, disfruto el placer que sus labios me dan.- ¿Están ahí? Están tardando.
Me doy cuenta de que alguien golpea la puerta, despierto automáticamente. Maldición, ¿qué casi pasa? Y me doy cuenta de que sus manos todavía están sobre mi pecho, trato de liberarme, pero estoy atrapada, no me suelta. - Váyanse, todo está bien aquí. él replica. - Y no nos molesten más. - Tengo que irme a dormir. - No te moverás de aquí, excepto para ir a mi habitación. Sigue apretando mis senos. - Son tan bonitos. - Suéltame. Se presiona contra mí. - Odio ser interrumpido, sigamos con nuestros asuntos. - No, te dije que no pasará nada hasta que no haya visto, leído y firmado el contrato. Entonces, buenas noches, déjame bajar. - No, el contrato lo tendrás mañana por la mañana a primera hora. - Hasta entonces, déjame ir a dormir. - Dormirás en mi habitación, no te tocaré. Pero sus manos todavía están sobre mi pecho. - ¿Puedes quitar tus manos de ahí? Me tocas ahí. - No es lo mismo. Sus labios juegan con mis pezones, me dejo llevar por esas sensaciones. - hummmm. - Hum, sí, sí, sí. Él aprieta, acaricia, muerde mis senos, sus manos no permanecen inactivas Frotan las puntas de mis senos, que están erguidos, pidiendo más. Me he convertido en una verdadera fuente abajo.John- Tu abuelo está al borde de la muerte, quiere verte.- Estaré allí mañana.- Hasta mañana.- Hasta mañana mamá y gracias.- Lo hago por mi padre, quiero cumplir su último deseo.Ella cuelga, yo me quedo allí, con los ojos en blanco. Hago una llamada:Prepárense mi jet para mañana por la mañana a las 6 h.Voy a acostarme, con los ojos cerrados pienso en lo que dijo el águila, no puedo esperar a que alguien termine de jugar con ella para recuperarla.¿Qué tipo de hombre soy, para esperar a que un hombre termine de divertirse con la mujer que amo?Debo hacer todo lo posible para recuperar a mi esposa, sin importar los medios que deba utilizar, ella será mía.Es con este pensamiento que me duermo.Me despierto por la mañana, me preparo para tomar el avión, voy a ver a mi abuelo. Estoy feliz.Espero que no esté muy mal.Me lavo y me visto, tomo una pequeña maleta, que mi chófer me lleva en la mano, todo está listo para el despegue.Después de unas horas de vuelo, llegamos a Nueva Yor
ArianeÉl presiona, coquetea, muerde mis senos.Sus manos no permanecen inactivas.Frotan las puntas de mis senos; están erectas, pidiéndome aún más.Me he convertido en una verdadera fuente ahí abajo.—Vamos a acostarnos —lo digo para mantenerlo a distancia.—No quiero separarme de ti.—Tendrás que hacerlo. Si no, ¿cómo iremos a la habitación?Él me levanta a caballito, mis pies se enroscan alrededor de él.Va a tomar el ascensor para ir a su habitación.—Sabes que arruinaste mi vestido. ¿Y si encontramos a alguien en el camino?—Le arrancaré los ojos.Sigue caminando, la nariz en mi cuello, la lengua intentando posarse sobre mi pecho.—Para, por favor.—¿Por qué? No me digas que no te gusta.Llegamos a la habitación. Él me lanza sobre el colchón.—Voy a preparar un baño.Entra en la ducha para abrir el grifo, luego regresa a la habitación y me saca de la cama.—¿Pero qué estás haciendo?—Voy a desnudarte y hacer que tomes un baño.—Pero no soy una niña.—Lo sé. Para mí es un placer
AuracioImagino sus labios sobre mí, en mi sexo, que reacciona a ese pensamiento. Le pido que espere, pronto será la fiesta en casa, podrá divertirse a voluntad, pero hay que esperar hasta mañana. Mañana no vamos a dejarla pasar. Me subo a acostarme junto a ella. Le digo: “Te tendré, por fin podré dormir.” Ella se mueve en su sueño y el margen se escapa. ¡Dios santo, ¿qué me estás haciendo?! Sus lindas nalgas están descubiertas. ¡Oh, Dios mío! Cierro la puerta y vuelvo a salir. No puedo dormir al lado de ella sin tocarla. Estoy al borde. Voy a la habitación de al lado, me recuesto, cierro los ojos. Mañana la tendré.ArianeMe despierto y me estiro. Me doy cuenta de que sigo desnuda. Ay, ese hombre tiene dedos de locura... Cierro los ojos y vuelvo a recordar las escenas de anoche. Me mojo muchísimo. Cuanto más pronto llegue el contrato para firmarlo, mejor. Ya he esperado demasiado. Quiero probar por fin ese placer que me he prohibido. Veo sus labios, su boca sobre mí, lo visualizo una
Capítulo 1 – Fin de cursoArianeMe despierto con una energía que me recorre el cuerpo como una corriente eléctrica. Hoy no es un día cualquiera: es mi último día de clases. Por fin.Déjame presentarme. Me llamo Ariane Akon Leslie, tengo 19 años y estoy terminando la carrera de Gestión Empresarial. Ha sido un camino largo, lleno de desafíos, pero lo he recorrido con la frente en alto. No tuve atajos. Nada me fue regalado. Todo me lo gané.Mis amigos dicen que soy hermosa. Tengo una figura de reloj de arena, piel morena y un cabello liso que me cae en cascada hasta la mitad de la espalda. Me gusta cuidar mi cuerpo, pero sé que mi verdadero valor no está en lo físico. Soy ambiciosa, determinada. Quiero más.Hoy debo recoger mi diploma, así que no pierdo el tiempo. Salgo de mi habitación, me ducho con agua caliente, dejo que el vapor relaje mis músculos y luego desayuno algo rápido. El día me espera.Vivo en un piso compartido con mi mejor amiga, Marianne. Aunque ahora debería estar de v
Capítulo 2 – AurácioAurácioMi jet aterriza en Las Vegas tras varias horas de vuelo. Nos recibe el mismísimo Sanguinario en persona, una señal clara de cuánto valora nuestra colaboración. No esperaba tanto de su parte, lo admito.Pasamos por el detector de metales. Nos registran con minuciosidad; en este negocio, la confianza jamás excluye el control. Una vez terminadas las formalidades, nos saludamos con un apretón de manos.—Buenas noches. Bienvenido. Espero que hayas tenido un buen viaje.—Muy bien, gracias.—Por favor, sígueme.Frente a nosotros, diez vehículos alineados. Subimos al que ocupa el centro.—He privatizado un edificio entero para alojarte a ti y a tus hombres.¿Te parece bien?—Ya tenía mis propios arreglos, pero en aras de la confianza, acepto. Gracias.—Te dejaré descansar. Nos vemos a las 10 p. m. en mi club.—Perfecto. Me parece bien.Permanezco en el coche unos minutos, esperando la confirmación de mi teniente de que todo está en orden. Cuando me da luz verde, d
El clubAriane- despiértate dormilona..- puta, déjame dormir un poco, tengo mucho sueño, no he podido cerrar un ojo en toda la noche.- si queremos ir de compras hoy, ¡es ahora, ya es mediodía!- ¿Qué? No puede ser.- ¡Oh, sí, Marianne! Entonces levántate y ve a lavarte, yo me encargo del desayuno.- gracias, ¿qué haría sin ti?- Siempre me hago esa misma pregunta... Ella se levanta y se dirige a la ducha. Yo voy a la cocina a preparar un buen risotto. Me encanta ese plato.Marianne y yo nos conocemos desde hace cuatro años, es decir, desde la muerte de mi madre, el conductores borracho era su tío, a quien ella estaba muy apegada. Sus padres todavía viven, pero ella prefirió quedarse conmigo para que nos apoyáramos durante este duelo.Yo ya no tenía nadie con quien vivir, sus padres siempre estaban entre dos aviones. Ella prefirió vivir conmigo porque siempre estaba sola, cada mes sus padres le envían dinero, que comparte conmigo. ¿Creen que no le quiero? Pues no, sí lo necesito y n
Capítulo 4 – Reunión (2)AuracioBajo para encontrarme con John Smith. Nos espera en la limusina, acompañado, como siempre, por mujeres impresionantes. Me acomodo frente a él mientras dos bellezas se acurrucan a sus costados.—¿Bien descansado? —pregunta con una sonrisa relajada.—Lo suficiente —respondo, directo.—Te presento a mis actuales compañeras: Abril y Bretaña.—Buenas noches, señor —dicen a coro.—Buenas noches, bellezime.John chasquea los dedos, y dos mujeres más se acercan a mí: una rubia con curvas letales, la otra pelirroja, con unos ojos verdes que parecen leer el alma.—Para ti, hermano. Megs y Tisha.—Encantado —respondo mientras me evalúan con descaro.—Estás delicioso —susurra Tisha.—Te cuidaremos bien —añade Megs, relamiéndose los labios.—Me parece encantador —digo, conteniendo una sonrisa.El conductor arranca. Veinte minutos después, escoltados, llegamos a un restaurante elegante. Nos ubican en una mesa reservada, apartada del resto. A cada lado, las mujeres n
Capítulo 5 : Reunión 3AuracioElla es magnífica. Tiene ese tipo de belleza que desarma sin esfuerzo. Su piel dorada contrasta con unos ojos de un azul tan claro, tan poco común en una morena, que por un instante pierdo la noción del tiempo. John, sentado frente a mí, nota mi distracción y se gira disimuladamente para no parecer curioso.—¿Estás bien? —me pregunta.—Acabo de ver a la mujer más hermosa de mi vida… y está justo detrás de ti. La quiero.John se da la vuelta para observar. Sus ojos la localizan enseguida y se quedan clavados en ella durante cinco largos minutos. Demasiado largos para mi gusto.—Magnífica —murmura finalmente.Se levanta como si nada y se dirige a las chicas.—Bueno, señoritas, vamos a subir a mi oficina a tomar algo. No tardamos.Me hace una seña para que lo siga. Al llegar, llama a uno de sus guardias y le muestra a la joven en las cámaras de seguridad.—Súbela al VIP+ número 2. Lo que quiera, invítala la casa —ordena.—Sí, señor.¿Pero en qué diablos est