Alex, por su parte, decidió reforzar las medidas de seguridad en la empresa y mantener a sus empleados informados de los avances. Sabía que la lucha contra el sabotaje no solo implicaba la acción policial, sino también la unión y la vigilancia de toda la comunidad de Los Laureles.
Pasaron las horas y, finalmente, una patrulla detectó el vehículo sospechoso en un distrito cercano, en una zona donde se suelen realizar actividades ilícitas. Los agentes organizaron un operativo y lograron detener a los sospechosos, incluyendo al supuesto líder, quien resultó ser un conocido delincuente con vínculos en varias organizaciones criminales.
Con las capturas, la tensión en Los Laureles empezó a disminuir. La comunidad, agradecida por la rápida respuesta de las autoridades, se unió en un acto de solidaridad y apoyo a la empresa de Alex.
Alex, al ver a los responsables siendo arrestados, sintió que su esfuerzo y perseverancia habían valido la pena. Sabía que aún quedaba trabajo por hacer para repar