39. ¿Le dirás a Jack sobre esto?
Las cosas en el bar no terminaron como Jack había planeado que acabaran, pues Kira era demasiado orgullosa y por esa misma razón no permitió que la llevara a casa, aunque la oferta de Damián no la declinó y ese idiota fue el último en estar con ella esa noche.
Se sentía celoso de manera exorbitante, incluso rabioso, y de haber sabido que el castigo iba a ser así de grande, se habría mordido la lengua y hubiese esperado a que ella se explicara, pero, contrario a eso, sacó conclusiones apresuradas y allí estaban las consecuencias.
¿Las merecía? Sí, rotundamente.
Esa misma noche, de regreso a casa, mientras le auto serpenteaba la ciudad, Kira estaba absorta en su lado de la ventana, y no fue hasta que Damián la sacó de sus cavilaciones que supo que ya había llegado.
— Lo siento, Damián, pero tenía la cabeza en otro lugar. ¿Qué me decías?
El apuesto joven sonrió con nostalgia.
— ¿Ese lugar tendrá quizás el nombre de una persona? — preguntó, aunque esa respuesta ya había sido más que evide