Lucían Fairfax
Ingreso a la habitación en busca de esa mujer que ha logrado hacerme ver la vida de una manera distinta y que ha dado algo más a este mundo que siempre he visto en blanco y negro. Quizás ella sienta lo mismo por mí, pero en el fondo tengo dudas de si su odio es más grande que lo que siente y esta noche lo comprobaré.
—¿Todo bien? —interroga a lo que me apoyo en la puerta del baño tan cerca de esta que puedo sentir el calor que emana desde su cuerpo. Estiro una mano para colocar un mechón de su cabello detrás de su oreja, el sol que ha tomado en estos días en el yate le ha sentado bastante bien.
—Sí, nada de qué preocuparse —digo, ella asiente y corto la distancia entre nosotros para poder besar esos labios que cubre con sus dientes, se ve nerviosa.
—¿Estás cansada? —interrogo cuando dejo de besarla, ella solo lleva bata esponjada cubriendo su cuerpo del cual me he convertido un adicto.
—No —me responde, por lo que llevo mi mano hasta el tiro de la bata para abrirla y dej