El hombre lobo que va a oficiar la boda aparece y nos saluda con mucho respeto para comenzar la ceremonia. Sin embargo, aunque quiero concentrarme en lo que él me está diciendo, no puedo evitar sentir preocupación porque comienza a percibir levemente el aroma del rey alfa árabe.
Por fortuna, no pierdo rápidamente el hilo de la ceremonia, porque Edmond parece percibir cuando algo me está sucediendo y por ello, toca mi mano con leve fuerza para poder regresarme a mi realidad.— ¿Está todo bien contigo? Estás liberando muchas feromonas.— Lo siento, eso es lo que estoy nerviosa por lo que estamos experimentando.— ¿Te estás arrepintiendo de este matrimonio?— No. Por mucho que tenga miedo, no sería capaz de negar todo lo que siento por ti. En realidad, estoy nerviosa porque no te he comentado algo importante y temo que eso pueda enojarte tanto al punto en