No quiero alejarme de la manada que tanto ha hecho por mí, pero, tampoco quiero que mueran por quedarse conmigo. Así que, les suplico con la mirada que se marchen, mientras intento expandir la esfera que tanto en clases me dijeron que debía aprender a usar.
— No te dejaremos aquí, reina luna. — dice Carolina y yo niego.— Les ordeno que se marchen ahora mismo. — imploro.— No nos iremos. — dicen ellos.‘Expándelo. Visualiza como lo expandes y hazlo.’ Me digo mentalmente recordando las palabras de mi maestro.— No sean tercos. Si se quedan morirán.— También si nos marchamos, porque quien abandona a su rey o reina, destruye el vínculo que como lobos de la manada tenemos. Nacimos para protegerla, reina luna. Así que, no vamos a irnos.Aunque la manada Luna Plateada aun existiera, ellos no vendrían a ayudarme, ni siquiera t