Mientras la noche avanzaba, Katherine se encontraba en su habitación, llena de emociones encontradas. Había decidido que iba seguirle el juego a Anthony, pero su mente seguía atrapada en el dolor y la traición. No podía olvidar las marcas que él había dejado en su cuerpo y en su alma. La ira crecía en su interior, alimentada por el deseo de venganza.
Dejaría que Anthony la ayudara a encontrar el antídoto del veneno y cuando ella y su padre estuvieran mejor, se escaparían y empezarían de nuevo, lejos de las garras de Anthony.
Se sentó en la cama, su mirada perdida en el vacío, reflexionando sobre su situación. Si Anthony estaba tan decidido a mantenerla a su lado, ella tendría que jugar sus cartas con astucia. No sólo quería recuperar su lugar en la sociedad, sino también hacer que Anthony pagara por el sufrimiento que le había causado.
Al mismo tiempo, su pensamiento se desvió hacia su padre. Si él lograba recuperarse, podría ayudarla a restaurar la reputación de la familia Walker. Pe