Esto no podía ser más humillante, Nicole sintió como los ojos comenzaron a arderle y se le formaba un nudo en la garganta, ella arrancó el periódico de la puerta y salió disparada.
Pero no hacia el interior de su oficina, pues si pensaban que ella iba a esconderse de esto, estaban muy equivocados, en cambio, Nicole se dirigió a paso decidido hacia el culpable de todo esto y la única persona que había descubierto su secreto, su exesposo.
Nicole tocó la puerta con todas sus fuerzas y ni siquiera esperó a que Walter contestara cuando ya ella misma abría para entrar, al tiempo que la secretaria le gritaba desde atrás que no podía entrar, mientras Nicole la ignoraba.
— ¡Walter Gibson! — Voceo Nicole en un estruendo, al tiempo que él se levantaba de su asiento, sorprendido.
— ¿Nicole? — Walter la observó confundido.
Las mejillas de Nicole parecían arder de lo rojas que estaban y su respiración estaba agitada, ella tenía los ojos brillantes, como si contuviera las lágrimas y en la mano,