Los ojos de Arthur, sin parpadear, miraron a Ray, quien lo interceptó en la oficina. El hombre que aún figuraba como el padre biológico de Elea, se sorprendió un poco al ver la llegada de Ray, quien lo había estado esperando durante media hora. Aunque ya sospechaba el motivo de su visita, Arthur fingió ignorancia.
"¿Qué te trae por aquí?", preguntó Arthur al entrar en su oficina, seguido por Ray.
Arthur estaba cien por ciento seguro de que la llegada de Ray era para preguntarle sobre el estado de la antigua casa donde vivía la joven Elea en las afueras, ya que al regresar de la tumba de Karlene, Arthur había recibido un mensaje de Debbie y Freya, además de decenas de llamadas perdidas de su esposa e hija.
"Supongo que el Señor ya sabe el motivo de mi visita", respondió Ray con calma. "¿Por qué fue tan cruel al desahuciar a su propia hija de su casa?", preguntó Ray fríamente.
"Elea desahució primero a su madre y a su hermana", respondió Arthur con la misma calma.
"Pero ella desahució a