El sonido de una silla golpeando una mesa con fuerza aumentó la tensión. La tía Lenna, que había estado escuchando la discusión entre Arthur y Debbie, temblaba cada vez más mientras sus jefes gritaban furiosos.
"Arthur, ¿no puedes controlarte? ¡Solo porque esa mujer ha desaparecido no significa que debas desahogar tu rabia aquí!", reprendió Debbie a su esposo, quien ahora estaba de brazos cruzados después de haberse agarrado el pelo con frustración.
"¿Dime la verdad, ¿por qué la fuiste a ver?!"
Arthur gritó por enésima vez porque Debbie no admitía haber ido a ver a Karlene antes de que desapareciera.
"¿Por qué? ¿Por qué no puedo ir a verla?", desafió Debbie.
Arthur, enfadado, casi abofetea a Debbie si no fuera por el grito de Freya, que detuvo su mano.
"¡Papá, para! ¡Ya basta de hacerle daño a mamá por esa mujerzuela!", gritó Freya mientras alejaba a Debbie de Arthur, quien aún contenía su furia.
"¡Deja de insultar a Karlene, es tu madrastra!", gritó Arthur.
"¡Ella no es mi madre! ¡Es